12/05/2018, 22:49
La cosa se estaba escapando de las manos. De las manos de todos. Pese a todo, y aunque me pesaba reconocerlo, mi mente no había servido para nada. Perturbada por la situación aterradora y todos esos momentos en los que la adicción al maíz se había superpuesto a todo raciocinio, al final, todo el conocimiento no había servido para absolutamente a nada. Si acaso, para condenar a aquel pobre desgraciado de Jin.
Si yo estaba loco, Riko lo estaba bastante más, aunque claro, era mi punto de vista. Pero se había vuelto hacia Ayame, y le había exigido el Kunai. Juro y ella se habían posicionado en contra de la idea de asesinar a Jin, pero claro, si me había golpeado a mí, seguro que golpeaba a Ayame para quitarle el cuchillo. “Por el bien de todos” diría después. Pero yo no pensaba permitirlo.
—Si quieres matar a Jin, Riko, tendrás que matarme a mi primero
No era una amenaza, ni una advertencia, era examente lo que pensaba hacer. Defenderlo. Y aunque se había transformado en un chico de cabellos rubios y castaños, con ropas desaliñadas y sucias, como rostro. Pero nosotros también estábamos sucios, al menos yo, llenos de polvo y cansados.
—Lo siento, no soy quien estás buscando.
—No importa, no permitiera que el desalmado de Riko te asesine, no tienes la culpa de que estemos aquí encerrados, es nuestra por dejarnos engañar
Entonces El Ahorcado se rio de nuevo.
—Venga, chicos, se os acaba el tiempo...
—Espera, te propongo un trato. —Trague saliva, tal vez aquellas eran mis ultimas palabras, y me costó un segundo decirlas, pero visto lo visto, era mejor así. —Su vida. —Dije señalando al muchacho rubio con la mirada. —Por la mía.— Volví a tragar saliva, parecia que las palabras no querian salir a fuera. — Total, dos de ellos ya me quieren muerto, y pensaba morir antes que dejar que lo mataran, para que mueran varios, mejor que sea solo uno. Y… —Dije todo eso mirando a El Ahorcado. —En caso de que aceptes, me gustaría pedirte una ultima voluntad, si es posible, aunque en privado, entre tu y yo nada más.
Al menos, que morir no sirviera solo para salvar a alguien.
Si yo estaba loco, Riko lo estaba bastante más, aunque claro, era mi punto de vista. Pero se había vuelto hacia Ayame, y le había exigido el Kunai. Juro y ella se habían posicionado en contra de la idea de asesinar a Jin, pero claro, si me había golpeado a mí, seguro que golpeaba a Ayame para quitarle el cuchillo. “Por el bien de todos” diría después. Pero yo no pensaba permitirlo.
—Si quieres matar a Jin, Riko, tendrás que matarme a mi primero
No era una amenaza, ni una advertencia, era examente lo que pensaba hacer. Defenderlo. Y aunque se había transformado en un chico de cabellos rubios y castaños, con ropas desaliñadas y sucias, como rostro. Pero nosotros también estábamos sucios, al menos yo, llenos de polvo y cansados.
—Lo siento, no soy quien estás buscando.
—No importa, no permitiera que el desalmado de Riko te asesine, no tienes la culpa de que estemos aquí encerrados, es nuestra por dejarnos engañar
Entonces El Ahorcado se rio de nuevo.
—Venga, chicos, se os acaba el tiempo...
—Espera, te propongo un trato. —Trague saliva, tal vez aquellas eran mis ultimas palabras, y me costó un segundo decirlas, pero visto lo visto, era mejor así. —Su vida. —Dije señalando al muchacho rubio con la mirada. —Por la mía.— Volví a tragar saliva, parecia que las palabras no querian salir a fuera. — Total, dos de ellos ya me quieren muerto, y pensaba morir antes que dejar que lo mataran, para que mueran varios, mejor que sea solo uno. Y… —Dije todo eso mirando a El Ahorcado. —En caso de que aceptes, me gustaría pedirte una ultima voluntad, si es posible, aunque en privado, entre tu y yo nada más.
Al menos, que morir no sirviera solo para salvar a alguien.
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)