13/05/2018, 12:50
Transcurrieron unos tensos instantes. Del interior de la caverna surgió un sujeto que la kunoichi no conocía. Era un chico de aspecto robusto y unos ojos que parecían delatar la presencia del Byakugan; la médica no estaba segura. A la par que mostraba un semblante acalorado, el desconocido escondió de modo furtivo un objeto no identificado.
Aquella estampa, sumada al monólogo del muchacho, produjeron una abismal confusión en Karma. "Pareces una princesa", ese piropo la tomó más desprevenida que una cuchilla oculta. La rojez en sus mejillas resultaba obvia dada la blancura de su faz.
—P-P-Pero... ¿quién eres? —preguntó con palpable desasosiego, su lengua casi tropezando en el intento.
La Kojima deseaba salir corriendo cuanto antes, pero las piernas no le respondían. En realidad le estaban temblando. Su cuerpo no estaba muy seguro de cómo procesar aquella situación tan surrealista.
Aquella estampa, sumada al monólogo del muchacho, produjeron una abismal confusión en Karma. "Pareces una princesa", ese piropo la tomó más desprevenida que una cuchilla oculta. La rojez en sus mejillas resultaba obvia dada la blancura de su faz.
—P-P-Pero... ¿quién eres? —preguntó con palpable desasosiego, su lengua casi tropezando en el intento.
La Kojima deseaba salir corriendo cuanto antes, pero las piernas no le respondían. En realidad le estaban temblando. Su cuerpo no estaba muy seguro de cómo procesar aquella situación tan surrealista.