Aguas calientes

[Uchiha Datsue]

¿Qué no era alguien a quién él pudiese enfrentar? Pero, ¿acaso sabía con quién narices estaba hablando? ¡Él era un Hermano del Desierto! ¡Datsue el Matakages! Un apodo que se había ganado a pulso. ¡Él había hecho cenizas al jodido Zoku!

—¡Como si es la mismísima Arashikage! —replicó.

Entonces Keisuke soltó todavía más su lengua. Le reveló que el castigo de Aiko —y ya dejando claro que había sido un castigo daba a entender muchas cosas—, era por culpa de alguien. Alguien incompetente. Quiso revelarle el nombre, pero antes le pidió prometer no mencionarle.

—Keisuke, haré más que eso —se acercó a él. Su voz reverberaba de ira—. No pienso ni decirle por qué le están cayendo tal somanta de hostias. Lo juro por lo más sagrado. ¿Quién fue? —preguntó, tratando de contener a duras penas la rabia que le invadía.