17/05/2018, 18:26
Ayame se adelantó, posicionándose justo delante de El Ahorcado y haciendo su técnica más característica. El hombre, aun siendo inmortal, no dejaba de ser un contenedor humano, por lo cual cuando sintió el chillido de la joven kunoichi, se llevó ambos brazos delante de su cuerpo para evitar todo el daño posible, y, pese a que ninguno lo había planeado, el vozarrón era tan poderoso que terminó estampando al dueño de aquella casa contra la puerta metálica de debajo de las escaleras, con tanta suerte de acabar abriéndola.
Y lo que vieron, sin duda, les dejó el alma helada.
Dentro de la habitación se colaba la escasa luz del pasillo, dejando ver una figura que vagamente colgaba por una cuerda a medio romper del techo. La figura no era, ni más ni menos, que el verdadero cuerpo del hombre que afirmaba haberse convertido en el dueño de aquella mansión, sin embargo sus ropas estaban hechas unos harapos, siendo decoradas por manchas de lo que parecía sangre ennegrecida por el tiempo. Su cuerpo, sin embargo, ya no se parecía a lo que ellos estaban viendo en El Ahorcado, solo podían apreciar las moscas que revoloteaban alrededor de su cuerpo, en un estado de descomposición que se dejaba ver por el olor que salía de aquella habitación.
Ya no necesitaban la llave para abrir ese lugar.
Objeto que empezó a brillar desde sus posiciones. Cada parte salió de su escondite para emitir suaves brillos a los ojos de los chicos, iluminando la estancia. Flotaron lentamente hasta la puerta y allí, como si de magia se tratase, los cuatro pedazos de llave se juntaron para crear una mucho más grande. Se quedó allí, levitando, mientras esperaba pacientemente a que los chicos escapasen de allí.
Riko sujetaba al falso Jin mientras Juro arrastraba al verdadero. Ayame, la primera en ver aquella horrorosa imagen frente a ella, y también la primera en recordar que aquel hombre muerto estaba unido a aquella casa...
...Por una cuerda.
Y lo que vieron, sin duda, les dejó el alma helada.
Dentro de la habitación se colaba la escasa luz del pasillo, dejando ver una figura que vagamente colgaba por una cuerda a medio romper del techo. La figura no era, ni más ni menos, que el verdadero cuerpo del hombre que afirmaba haberse convertido en el dueño de aquella mansión, sin embargo sus ropas estaban hechas unos harapos, siendo decoradas por manchas de lo que parecía sangre ennegrecida por el tiempo. Su cuerpo, sin embargo, ya no se parecía a lo que ellos estaban viendo en El Ahorcado, solo podían apreciar las moscas que revoloteaban alrededor de su cuerpo, en un estado de descomposición que se dejaba ver por el olor que salía de aquella habitación.
Ya no necesitaban la llave para abrir ese lugar.
Objeto que empezó a brillar desde sus posiciones. Cada parte salió de su escondite para emitir suaves brillos a los ojos de los chicos, iluminando la estancia. Flotaron lentamente hasta la puerta y allí, como si de magia se tratase, los cuatro pedazos de llave se juntaron para crear una mucho más grande. Se quedó allí, levitando, mientras esperaba pacientemente a que los chicos escapasen de allí.
Riko sujetaba al falso Jin mientras Juro arrastraba al verdadero. Ayame, la primera en ver aquella horrorosa imagen frente a ella, y también la primera en recordar que aquel hombre muerto estaba unido a aquella casa...
...Por una cuerda.
![[Imagen: MsR3sea.png]](https://i.imgur.com/MsR3sea.png)
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