17/05/2018, 21:31
La respuesta de Kisho no sorprendió a la joven lo más mínimo; el aspecto del Hyuga denotaba una afinidad por las artes físicas. Escucharlo de sus propios labios solo confirmaba sus sospechas.
—Lo he probado, Kisho-san. Me hacía falta para graduarme en la Academia —explicó con indiferencia—. Al menos así es en Uzugakure. Por eso mismo sé que no me gusta.
La joven sonó más tajante de lo que le habría gustado.
Acto seguido, el mozo de ojos grises preguntó a la kunoichi si deseaba sentarse y ponerse más "cómoda". Karma tragó saliva. «¿Qué le digo? No me gusta la dirección que está tomando el asunto...». La pelivioleta buscó fuerzas para exhalar un no rotundo, pero no dio con ellas. Por ello, pasó al plan B.
—Se supone que hay una playa por aquí, ¿no? Podemos buscarla y sentarnos allí si damos con ella —sugirió con un falso ademán de amabilidad.
Karma contaba con que no diesen con la dichosa playa y vagar por las cuevas hasta toparse con una oportunidad que le permitiese escabullirse...
—Lo he probado, Kisho-san. Me hacía falta para graduarme en la Academia —explicó con indiferencia—. Al menos así es en Uzugakure. Por eso mismo sé que no me gusta.
La joven sonó más tajante de lo que le habría gustado.
Acto seguido, el mozo de ojos grises preguntó a la kunoichi si deseaba sentarse y ponerse más "cómoda". Karma tragó saliva. «¿Qué le digo? No me gusta la dirección que está tomando el asunto...». La pelivioleta buscó fuerzas para exhalar un no rotundo, pero no dio con ellas. Por ello, pasó al plan B.
—Se supone que hay una playa por aquí, ¿no? Podemos buscarla y sentarnos allí si damos con ella —sugirió con un falso ademán de amabilidad.
Karma contaba con que no diesen con la dichosa playa y vagar por las cuevas hasta toparse con una oportunidad que le permitiese escabullirse...