18/05/2018, 11:59
—Pues sube tú. Pesas menos, de eso no hay duda, y los escalones no soportarían el de los dos. Yo te cubro, tú asegúrate de que no haya nada peligroso.
Aquella idea, desde luego, no le gustaba un pelo, se tendría que arriesgar a subir el solo y, en la caso de que hubiera un equipo escondido allí, de seguro que no le daría tiempo a reaccionar, aún así aceptó de mala gana.
—Está bien, tú mira bien en esta planta, por si acaso.
Y tras sus palabras se dirigió a la escalera, con todo el cuidado del mundo, tratando de no hacer el menor ruido, aunque teniendo en cuenta el estado de los escalones, fue imposible. Cuando llegó a la planta de arriba se encontró con un pasillo estrecho, con dos puertas cerradas a la izquierda y una abierta de frente. Se dirigió a la primera puerta a la izquierda, la abrió y se encontró en una habitación pequeña, con sus estanterías, un escritorio pegado a la ventana, una cama y una silla.
«Primera habitación, nada, vale.» Suspiró de alivio.
En la planta baja, por su parte, si Kaido empezaba a caminar, y lo hacía con la suficiente atención, notaría que, una vez en el centro de la sala, el suelo parecía emitir un extraño eco de los pasos, como si estuviera hueco.
Aquella idea, desde luego, no le gustaba un pelo, se tendría que arriesgar a subir el solo y, en la caso de que hubiera un equipo escondido allí, de seguro que no le daría tiempo a reaccionar, aún así aceptó de mala gana.
—Está bien, tú mira bien en esta planta, por si acaso.
Y tras sus palabras se dirigió a la escalera, con todo el cuidado del mundo, tratando de no hacer el menor ruido, aunque teniendo en cuenta el estado de los escalones, fue imposible. Cuando llegó a la planta de arriba se encontró con un pasillo estrecho, con dos puertas cerradas a la izquierda y una abierta de frente. Se dirigió a la primera puerta a la izquierda, la abrió y se encontró en una habitación pequeña, con sus estanterías, un escritorio pegado a la ventana, una cama y una silla.
«Primera habitación, nada, vale.» Suspiró de alivio.
En la planta baja, por su parte, si Kaido empezaba a caminar, y lo hacía con la suficiente atención, notaría que, una vez en el centro de la sala, el suelo parecía emitir un extraño eco de los pasos, como si estuviera hueco.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»