24/05/2018, 22:48
Karma ya se sentía más cómoda al tratar con el muchacho, a pesar de que era consciente que bajar la guardia demasiado podría ser un error dado el sospechoso trasfondo de aquella extraña "cita". No obstante, a la pelivioleta todavía le agobiaba el poco respeto por su espacio personal del que el Hyuga hacía gala a menudo.
—Adelante, el camino es todo tuyo —indicó con un cortés ademán de brazo, como si fuese una camarera mostrando su mesa a un cliente recién llegado.
Karma seguiría a Kisho cuando este se pusiera en marcha.
—Adelante, el camino es todo tuyo —indicó con un cortés ademán de brazo, como si fuese una camarera mostrando su mesa a un cliente recién llegado.
Karma seguiría a Kisho cuando este se pusiera en marcha.