25/05/2018, 04:17
Los rápidos movimientos de Karma le permitieron retirarse con el tiempo suficiente para que el flacucho se acercace lo suficiente como para hacer uso de sus ágiles dedos, como defensa Kojima lanzó un pequeño frasco de cristal que terminaría golpeando el cuerpo de Hikari y luego de que su contenido se regase y se convirtiese en un gas, éste presentaría tos, un acceso de tos y sus movimientos se habrían detenido para recuperar un poco el aliento.
—Maldita... ¿Qué me tiraste?— Gruñó mientras sus ojos lanzaban una mirada inquisidora a la fémina a mi lado.
—Bien!— Motivé a la pelimorado, después de todo actuó de una buena manera, eficaz y eficiente. —Señor! Realmente no quiero pelear con ustedes... Será mejor que detengamos este mal entendido.— Lancé la advertencia para luego dar un salto hacia Keigo y dejar que mi puño besase el suelo, éste se agrietaría con la compañía de un crujido.
El moreno de la maza ni corto ni perezoso retrocedió ante el peligro, estaba sorprendido por el pequeño cráter creado.
—Esa pudo ser tu cara, así que mejor lárguense!— Exigí mientras alzaba el puño hacia ellos.
—Hikari! Deja de perder el tiempo y ayudame!— Recriminó a su "colega"
El escuálido sacó un cuchillo de sierra y cambió su posición hacia mi, ahora yo era la atención de ambos, aunque el delgado no se veía muy bien del todo no se dejó achicopalar. —Todo sea por recuperar la cadena.
El dúo tenía cierta sincronización puesto que ambos empezaron a correr directos hacia su objetivo, o sea yo, el primero en llegar sería el de la daga, veloz alzó el metal buscando rajar mi rostro, ataque que evadí retrocediendo, pero la presión aumentaba porque el par estaba teniendo una buena ofensiva que solo me dejaba caminar hacia atrás, evadiendo cada uno de sus intentos por matarme.
Ellos habrían dejado un cabo suelto, uno que tenía nombre...
—Maldita... ¿Qué me tiraste?— Gruñó mientras sus ojos lanzaban una mirada inquisidora a la fémina a mi lado.
—Bien!— Motivé a la pelimorado, después de todo actuó de una buena manera, eficaz y eficiente. —Señor! Realmente no quiero pelear con ustedes... Será mejor que detengamos este mal entendido.— Lancé la advertencia para luego dar un salto hacia Keigo y dejar que mi puño besase el suelo, éste se agrietaría con la compañía de un crujido.
El moreno de la maza ni corto ni perezoso retrocedió ante el peligro, estaba sorprendido por el pequeño cráter creado.
—Esa pudo ser tu cara, así que mejor lárguense!— Exigí mientras alzaba el puño hacia ellos.
—Hikari! Deja de perder el tiempo y ayudame!— Recriminó a su "colega"
El escuálido sacó un cuchillo de sierra y cambió su posición hacia mi, ahora yo era la atención de ambos, aunque el delgado no se veía muy bien del todo no se dejó achicopalar. —Todo sea por recuperar la cadena.
El dúo tenía cierta sincronización puesto que ambos empezaron a correr directos hacia su objetivo, o sea yo, el primero en llegar sería el de la daga, veloz alzó el metal buscando rajar mi rostro, ataque que evadí retrocediendo, pero la presión aumentaba porque el par estaba teniendo una buena ofensiva que solo me dejaba caminar hacia atrás, evadiendo cada uno de sus intentos por matarme.
Ellos habrían dejado un cabo suelto, uno que tenía nombre...