28/05/2018, 14:25
El dúo dinámico siguió enviando mazazos y cortes a cualquier parte de mi cuerpo que pudieran atinar, olvidándose del todo de la kunoichi, grave error para ellos, porque ahora su retaguardia estaba totalmente descubierta para un ataque, uno sencillo y mortal, así como una muerte por agujas metálicas...
Sin embargo, los senbon nunca estuvieron tan cerca de llegar a causar una verdadera lesión mortal, cada ráfaga viajó en dirección a sus objetivos, pero no todos lograron cumplir sus objetivos, cuatros de los proyectiles dieron en Keigo, dos en su espalda y dos en su brazo derecho; el delgado corrió con más suerte, solo fue alcanzado por tres agujas, más todas se clavaron en su dorso, atravesando completamente su delgado cuerpo. Fue evidente Karma logró hacer mella en uno de ellos, Hikari en este caso, quién ahora estaba quieto, desistió de seguir moviendose y realizaba un gran esfuerzo por mantenerse respirando.
—Y-Yo...— Tosió interrumpiendo lo que diría, un poco de sangre surgió desde su boca cayendo en el suelo.
—Hikari!— El fortachon volteó ante la desesperada actuación del de la daga, volviendo a cometer el mismo error, fue en ese momento en que me acerqué y dejé que mi puño golpease la mandíbula del moreno, haciéndole retroceder un par de metros.
Aproveché la brecha para acercarme a Kojima. —Vamonos!— Apresuré mientras empezaba a correr, no tan rápido para esperar a al chica.
Mientras tanto, los bravucones se retrasaron, sobre todo por la condición que desarrolló el agresor de la daga.
—Lo último que quiero es tener problemas en Yamiria.— Comenté a la chica mientras caminabamos de regreso por las calle de la ciudad, de vuelta al alboroto, las calles transitadas y la bulla incesable. —Quién diría que terminarías perforándole el pulmón.— Pensé en lo ocurrido y sí eso era lo más probable que haya pasado.
Sin embargo, los senbon nunca estuvieron tan cerca de llegar a causar una verdadera lesión mortal, cada ráfaga viajó en dirección a sus objetivos, pero no todos lograron cumplir sus objetivos, cuatros de los proyectiles dieron en Keigo, dos en su espalda y dos en su brazo derecho; el delgado corrió con más suerte, solo fue alcanzado por tres agujas, más todas se clavaron en su dorso, atravesando completamente su delgado cuerpo. Fue evidente Karma logró hacer mella en uno de ellos, Hikari en este caso, quién ahora estaba quieto, desistió de seguir moviendose y realizaba un gran esfuerzo por mantenerse respirando.
—Y-Yo...— Tosió interrumpiendo lo que diría, un poco de sangre surgió desde su boca cayendo en el suelo.
—Hikari!— El fortachon volteó ante la desesperada actuación del de la daga, volviendo a cometer el mismo error, fue en ese momento en que me acerqué y dejé que mi puño golpease la mandíbula del moreno, haciéndole retroceder un par de metros.
Aproveché la brecha para acercarme a Kojima. —Vamonos!— Apresuré mientras empezaba a correr, no tan rápido para esperar a al chica.
Mientras tanto, los bravucones se retrasaron, sobre todo por la condición que desarrolló el agresor de la daga.
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—Lo último que quiero es tener problemas en Yamiria.— Comenté a la chica mientras caminabamos de regreso por las calle de la ciudad, de vuelta al alboroto, las calles transitadas y la bulla incesable. —Quién diría que terminarías perforándole el pulmón.— Pensé en lo ocurrido y sí eso era lo más probable que haya pasado.