11/06/2018, 23:17
Karma se mantuvo ensimismada en sus pensamientos y preocupaciones como para darse cuenta que la persona que dio las últimas declaraciones había sido el muchacho al que le había pagado en la librería el tomo de anatomía, ¿quien diría que alguien como él estaría estuviera envuelto en todo ese enrollo? Eso solo daba a pensar que no era una organización común y corriente, cualquiera persona podría ser miembro de la misma... Hasta la más inesperada...
Después de unas pocas palabras de mi parte, Kojima cambió de opinión y pensó que era mejor tratar de solventar el daño hecho. —Los seguimos.
La niña tomó la delantera mientras el resto se quedaba atrás para asegurarse de que no fuéramos a ningún otro lugar, era evidente que estaban tomando las medidas necesarios para evitar una huida, no confiaban nada en nosotros.
La travesía transcurrió en silencio, a excepción de la chica desconocida, quien no paraba de negarse ante la ayuda al herido, alegando que se lo merecía por pervertido y quien sabe que otra cantidades de cosas más. La voz de la muchacha era chillona lo suficiente como para desconcentrarnos a los dos, el camino se veía repetitivo y no lograba asegurar exactamente sí avanzábamos o caminábamos en circulo o sí realmente nos dirigíamos a algún lugar, pero nuestros escoltas se mantenían firmes sin dudar de su paso.
El trayecto duraría alrededor de unos diez minutos, lo único que pudimos notar era que las calles seguían siendo igual de estrechas y que en ningún momento salimos de lleno a las principales de Yamiria, por lo que era fácil deducir que nos encontrábamos en una zona no tan transitada.
El grupo terminaría topandose finalmente con un edificio de roca que se alzaba orgulloso, tenían buen aspecto exterior, aunque la puerta que los recibía no daba la talla para el tamaño del recinto en sí, una vez en el interior la niña seguiría guiandoles hasta las escaleras, subiríamos y subiriamos hasta que llegasemos al último piso, el lugar es taba un poco oscuro, el interior era de roca igual y era difícil no notar los objetos de calidad y algunas piezas valiosas tanto metales como pinturas y más... No parecía ser la casa de ningún delincuente ni la pocilga de vándalos.
Después de unas pocas palabras de mi parte, Kojima cambió de opinión y pensó que era mejor tratar de solventar el daño hecho. —Los seguimos.
La niña tomó la delantera mientras el resto se quedaba atrás para asegurarse de que no fuéramos a ningún otro lugar, era evidente que estaban tomando las medidas necesarios para evitar una huida, no confiaban nada en nosotros.
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La travesía transcurrió en silencio, a excepción de la chica desconocida, quien no paraba de negarse ante la ayuda al herido, alegando que se lo merecía por pervertido y quien sabe que otra cantidades de cosas más. La voz de la muchacha era chillona lo suficiente como para desconcentrarnos a los dos, el camino se veía repetitivo y no lograba asegurar exactamente sí avanzábamos o caminábamos en circulo o sí realmente nos dirigíamos a algún lugar, pero nuestros escoltas se mantenían firmes sin dudar de su paso.
El trayecto duraría alrededor de unos diez minutos, lo único que pudimos notar era que las calles seguían siendo igual de estrechas y que en ningún momento salimos de lleno a las principales de Yamiria, por lo que era fácil deducir que nos encontrábamos en una zona no tan transitada.
El grupo terminaría topandose finalmente con un edificio de roca que se alzaba orgulloso, tenían buen aspecto exterior, aunque la puerta que los recibía no daba la talla para el tamaño del recinto en sí, una vez en el interior la niña seguiría guiandoles hasta las escaleras, subiríamos y subiriamos hasta que llegasemos al último piso, el lugar es taba un poco oscuro, el interior era de roca igual y era difícil no notar los objetos de calidad y algunas piezas valiosas tanto metales como pinturas y más... No parecía ser la casa de ningún delincuente ni la pocilga de vándalos.