22/06/2018, 14:15
Karma se apresuró a disculparse con gran énfasis —Akame empezaba a darse cuenta de que aquello era, simplemente, algo tan común en ella como respirar—, pero también le lanzó un contraargumento muy inteligente.
—Pues tienes razón —tuvo que admitir el jōnin, encogiéndose de hombros—. Bien visto. Mejor no hables de esto con nadie, es lo más seguro, ¿eh?
Akame bebió otro sorbo de su fresco té mientras escuchaba la proposición de su alumna. Al parecer existía cierta historia acerca de un antiguo lugar de entrenamiento espiritual y meditación. El Uchiha siempre había sido un gran apasionado de todo tipo de historias, leyendas y rumores que pudieran tener un mínimo de veracidad; por eso mismo sabía que, en la mayoría de los casos, al final nada resultaba ser tan místico o mágico como se creía.
—La leche, si de verdad existe un río que es capaz de hacer que la gente no tenga miedo a nada, es algo digno de verse —comentó el jōnin, con una media sonrisa—. ¿Eso te gustaría? ¿No tener miedo a nada?
El tono de su voz al formular aquella pregunta ya parecía dejar caer que Akame estaba tornando aquella conversación en una oportunidad para desafiar el ingenio y la mente de su alumna. Le gustaba hacer eso, al fin y al cabo él pensaba que un ninja debía entrenar tanto su agudeza mental como sus músculos.
—Pues tienes razón —tuvo que admitir el jōnin, encogiéndose de hombros—. Bien visto. Mejor no hables de esto con nadie, es lo más seguro, ¿eh?
Akame bebió otro sorbo de su fresco té mientras escuchaba la proposición de su alumna. Al parecer existía cierta historia acerca de un antiguo lugar de entrenamiento espiritual y meditación. El Uchiha siempre había sido un gran apasionado de todo tipo de historias, leyendas y rumores que pudieran tener un mínimo de veracidad; por eso mismo sabía que, en la mayoría de los casos, al final nada resultaba ser tan místico o mágico como se creía.
—La leche, si de verdad existe un río que es capaz de hacer que la gente no tenga miedo a nada, es algo digno de verse —comentó el jōnin, con una media sonrisa—. ¿Eso te gustaría? ¿No tener miedo a nada?
El tono de su voz al formular aquella pregunta ya parecía dejar caer que Akame estaba tornando aquella conversación en una oportunidad para desafiar el ingenio y la mente de su alumna. Le gustaba hacer eso, al fin y al cabo él pensaba que un ninja debía entrenar tanto su agudeza mental como sus músculos.