29/06/2018, 19:37
(Última modificación: 29/06/2018, 19:38 por Inuzuka Etsu.)
No todo estaba saliendo de la mejor manera posible. Pero como su sabio y senil abuelo decía, toda situación es susceptible de poder empeorar. Al menos respiraba, mas o menos. Le costaba, para qué engañarnos, tenía una herida en el costado que casi le llevaba la vida en ello. El color carmesí casi blandía sus oscuras ropas, y no era por cosa de exagerar.
El Inuzuka había logrado herir en los ojos o periferias al Uchiha, iluso de él ni se había acordado de que tenía garras en vez de dedos. Un poco mas y eso le cuesta los ojos al chico, aunque tampoco es que no se lo mereciese a éstas alturas. Con un doble impacto que lejos de marearlo tan solo lo enfureció mas, el chico apartó al Inuzuka de sí. Eso ayudado a la intención del mismo, hizo que éste rápidamente se alejase unos cuantos metros.
Iracundo, el Uchiha respondió a las palabras del rastas con un mensaje que para nada estaba claro. Afirmaba que si lo dejaba estar, ella moriría. El Inuzuka quedó perplejo, sin saber muy bien qué decir a eso. Sorprendido y a la vez confuso.
—P-pero... «¿Acaso ha hecho una apuesta con alguien poniendo en juego la vida de un familiar?» fue una de las ideas que taladró la mente del chico, que hasta pasado un medio lapso de tiempo, fue incapaz de siquiera preguntar —¿¿Qué cojones dices tío?? ¡Se te va la perola!
Por un instante, pudo notar que su respiración era mucho mas alterada de lo normal. El chico tenía algo de razón, o bien estaba fatal de la cabeza. Por si acaso, el Inuzuka olisqueó, quizás buscando a un tercero escondido. La humanidad podía llegar a ser tétrica, pero... ¿tanto como para obligar a alguien a combatir y si perdía matar a un familiar?
Sin pretenderlo del todo, pero sin poder evitarlo... volvió a desviar su mirada hacia Akane. Su hermano aún corría peligro cerca de ese demente. Pero tampoco podía arriesgarse a hacer un movimiento brusco, sabía bien que su oponente era tan rápido o mas que él.
El Inuzuka había logrado herir en los ojos o periferias al Uchiha, iluso de él ni se había acordado de que tenía garras en vez de dedos. Un poco mas y eso le cuesta los ojos al chico, aunque tampoco es que no se lo mereciese a éstas alturas. Con un doble impacto que lejos de marearlo tan solo lo enfureció mas, el chico apartó al Inuzuka de sí. Eso ayudado a la intención del mismo, hizo que éste rápidamente se alejase unos cuantos metros.
Iracundo, el Uchiha respondió a las palabras del rastas con un mensaje que para nada estaba claro. Afirmaba que si lo dejaba estar, ella moriría. El Inuzuka quedó perplejo, sin saber muy bien qué decir a eso. Sorprendido y a la vez confuso.
—P-pero... «¿Acaso ha hecho una apuesta con alguien poniendo en juego la vida de un familiar?» fue una de las ideas que taladró la mente del chico, que hasta pasado un medio lapso de tiempo, fue incapaz de siquiera preguntar —¿¿Qué cojones dices tío?? ¡Se te va la perola!
Por un instante, pudo notar que su respiración era mucho mas alterada de lo normal. El chico tenía algo de razón, o bien estaba fatal de la cabeza. Por si acaso, el Inuzuka olisqueó, quizás buscando a un tercero escondido. La humanidad podía llegar a ser tétrica, pero... ¿tanto como para obligar a alguien a combatir y si perdía matar a un familiar?
Sin pretenderlo del todo, pero sin poder evitarlo... volvió a desviar su mirada hacia Akane. Su hermano aún corría peligro cerca de ese demente. Pero tampoco podía arriesgarse a hacer un movimiento brusco, sabía bien que su oponente era tan rápido o mas que él.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~