29/06/2018, 23:52
(Última modificación: 29/06/2018, 23:53 por Uchiha Datsue.)
—No soy yo el que está peleando como si la vida le fuese en ello por algún tipo de movida rara... ¿acaso te has drogado o qué?
—¡Tú sí que te has drogado! —Qué divertido era el y tú más. Una defensa fácil, sencilla y que no requería de tener ni dos neuronas conectadas—. ¡Casi me dejas ciego y tu perro cojo de por vida!
No, todavía no se había desahogado lo suficiente. La rabia y determinación homicida que le había invadido hacía unos instantes, sin embargo, estaba mitigando. Datsue se había equivocado en algo: aquella batalla no decidiría el éxito o no del rescate de Aiko.
Los acontecimientos, no obstante, les hicieron preocuparse por otra cosa. Etsu se abalanzó sobre su perro, apartándole del trayecto del caballo y el carro. Caballo que, al ver momentáneamente a Etsu delante, se encabritó y a punto estuvo de hacer que el carro se estrellase contra la barandilla del puente.
Se escuchó un leve ploc de fondo.
El hombre de la cicatriz tiró de las riendas y logró detener al caballo.
—¡Hijueputa! ¡Mira por dónde vas, ca…!
¡Plaf! El hombre del sombrero le acababa de cruzar la cara. Se quedó callado, con la mirada baja y tan sumiso como un cachorro al que acaban de regañar.
El hombre del sombrero se bajó del carro. Vestía un chaleco azul, una camisa de cuadros por debajo y un pantalón vaquero, que terminaba introduciéndose bajo unas botas altas.
—Disculpen aquí a mi hermano. —Hablaba con esa rara destreza que tienen algunos hombres para vocalizar con un palillo en la boca—. Y, pues, se puso un poquito nervioso. —Tenía un acento extraño, como muy melodioso—. ¿Se encuentran ustedes bien? ¿Algún herido?
—¡Tú sí que te has drogado! —Qué divertido era el y tú más. Una defensa fácil, sencilla y que no requería de tener ni dos neuronas conectadas—. ¡Casi me dejas ciego y tu perro cojo de por vida!
No, todavía no se había desahogado lo suficiente. La rabia y determinación homicida que le había invadido hacía unos instantes, sin embargo, estaba mitigando. Datsue se había equivocado en algo: aquella batalla no decidiría el éxito o no del rescate de Aiko.
Los acontecimientos, no obstante, les hicieron preocuparse por otra cosa. Etsu se abalanzó sobre su perro, apartándole del trayecto del caballo y el carro. Caballo que, al ver momentáneamente a Etsu delante, se encabritó y a punto estuvo de hacer que el carro se estrellase contra la barandilla del puente.
Se escuchó un leve ploc de fondo.
El hombre de la cicatriz tiró de las riendas y logró detener al caballo.
—¡Hijueputa! ¡Mira por dónde vas, ca…!
¡Plaf! El hombre del sombrero le acababa de cruzar la cara. Se quedó callado, con la mirada baja y tan sumiso como un cachorro al que acaban de regañar.
El hombre del sombrero se bajó del carro. Vestía un chaleco azul, una camisa de cuadros por debajo y un pantalón vaquero, que terminaba introduciéndose bajo unas botas altas.
—Disculpen aquí a mi hermano. —Hablaba con esa rara destreza que tienen algunos hombres para vocalizar con un palillo en la boca—. Y, pues, se puso un poquito nervioso. —Tenía un acento extraño, como muy melodioso—. ¿Se encuentran ustedes bien? ¿Algún herido?
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado