3/07/2018, 16:41
La muchacha tragó saliva. Sí, mejor que se quedara en la retaguardia y no molestase.
—Eso haré, Akame-sensei.
El Uchiha picó el anzuelo que hacía referencia a su ancestral Dōjutsu, pero solo un poco, lo justo y necesario como para no revelar nada y dejar a Karma a un solo paso de caer al abismo del ansia. Lo que la genin no sabía y el susodicho no le había querido revelar era que, efectivamente, ya lo había visto en acción.
«Maldito y misterioso Akame-sensei...», maldijo en su fuero interno. Un jōnin reservado y de pocas palabras, pero con un intelecto más afilado que la punta de un kunai, desde luego.
—Siento mucha curiosidad, pero preferiría no tener que verlo en acción —indicó, neutral.
Ser testigo de primera mano de los poderes del Sharingan significaría inmiscuirse en un enfrentamiento, algo que prefería evitar, a ser posible.
Entonces se le preguntó por el camino a seguir, sobre cualquier tipo de indicio de que iban en la dirección correcta. Ya se habían internado en el bosque, minutos atrás. Karma se detuvo y observó la zona, pensativa.
—Me menciaron dos detalles de interés: Bierbe es pequeño, no tiene demasiado cauce, pero lo escucharemos cuando estemos cerca; así mismo, hay un camino de la época en la que el peregrinaje hasta el río era famoso y común. Pero igual nos cuesta dar con él, por los años de desuso y eso. Es de tierra, así que tenemos que buscar un suelo más firme y delimitado que el natural del bosque, similar a una senda —explicó, señalando a la tierra frente a sus pies.
—Eso haré, Akame-sensei.
El Uchiha picó el anzuelo que hacía referencia a su ancestral Dōjutsu, pero solo un poco, lo justo y necesario como para no revelar nada y dejar a Karma a un solo paso de caer al abismo del ansia. Lo que la genin no sabía y el susodicho no le había querido revelar era que, efectivamente, ya lo había visto en acción.
«Maldito y misterioso Akame-sensei...», maldijo en su fuero interno. Un jōnin reservado y de pocas palabras, pero con un intelecto más afilado que la punta de un kunai, desde luego.
—Siento mucha curiosidad, pero preferiría no tener que verlo en acción —indicó, neutral.
Ser testigo de primera mano de los poderes del Sharingan significaría inmiscuirse en un enfrentamiento, algo que prefería evitar, a ser posible.
Entonces se le preguntó por el camino a seguir, sobre cualquier tipo de indicio de que iban en la dirección correcta. Ya se habían internado en el bosque, minutos atrás. Karma se detuvo y observó la zona, pensativa.
—Me menciaron dos detalles de interés: Bierbe es pequeño, no tiene demasiado cauce, pero lo escucharemos cuando estemos cerca; así mismo, hay un camino de la época en la que el peregrinaje hasta el río era famoso y común. Pero igual nos cuesta dar con él, por los años de desuso y eso. Es de tierra, así que tenemos que buscar un suelo más firme y delimitado que el natural del bosque, similar a una senda —explicó, señalando a la tierra frente a sus pies.