9/09/2015, 21:14
Los pensamientos del albino aclararon en seguida. No muy lejos de él, un chico comentó algo que claramente le delató como la victima de una mala broma. Realmente no era para menos, si al Senju le había caído tremenda cruz a causa de Sayaka, no quería ni pensar en ese pobre chico. Blame no era fácil de tratar, y Sayaka aún menos... al menos el primero se esforzaba por aparentar que era amable.
El chico de seguro tenía datos de Blame, raro era que no supiese de él, mas aún con su comentario. Teniendo eso en cuenta, quizás al albino se le pasó por la cabeza el esforzarse un poco y averiguar un poco sobre su nuevo compañero. A sayaka ya la tenía por imposible, a ver cómo era éste otro...
Con parsimonia, el chico se movió hacia su compañero, entre que el jounin aún seguía dando nombres en una casi interminable lista. Festejos por allá, llantos por otro lado... todos parecían afectados por las decisiones, salvo Blame. Al abino realmente le importaba un pimiento relleno de pollo diurético. Clavó sus orbes de colores desiguales en los Yoshimitsu, y se plantó allí frente a él.
—Entonces... ¿tú eres Yoshimitsu? Creo que ya me conoces... un "placer" conocerte, amigo. —
Su énfasis en la palabra placer fue algo notoria. Lejos de quedarse plantado frente a él, el albino comenzaría a moverse un poco hacia su flanco derecho, examinándolo por completo. Parecía estar pasandole un escaner, sacando metículosamente toda la información que pudiese de su físico. Realmente eso no le llevaría a ningún lugar, pero quizás fuese graciosa su manera de enfrentar al albino.
—Algo joven... y serio... y clásico... ¿Te gusta lo tradicional y todo eso, no?— Preguntó, deduciendo por sus ropajes.
El chico de seguro tenía datos de Blame, raro era que no supiese de él, mas aún con su comentario. Teniendo eso en cuenta, quizás al albino se le pasó por la cabeza el esforzarse un poco y averiguar un poco sobre su nuevo compañero. A sayaka ya la tenía por imposible, a ver cómo era éste otro...
Con parsimonia, el chico se movió hacia su compañero, entre que el jounin aún seguía dando nombres en una casi interminable lista. Festejos por allá, llantos por otro lado... todos parecían afectados por las decisiones, salvo Blame. Al abino realmente le importaba un pimiento relleno de pollo diurético. Clavó sus orbes de colores desiguales en los Yoshimitsu, y se plantó allí frente a él.
—Entonces... ¿tú eres Yoshimitsu? Creo que ya me conoces... un "placer" conocerte, amigo. —
Su énfasis en la palabra placer fue algo notoria. Lejos de quedarse plantado frente a él, el albino comenzaría a moverse un poco hacia su flanco derecho, examinándolo por completo. Parecía estar pasandole un escaner, sacando metículosamente toda la información que pudiese de su físico. Realmente eso no le llevaría a ningún lugar, pero quizás fuese graciosa su manera de enfrentar al albino.
—Algo joven... y serio... y clásico... ¿Te gusta lo tradicional y todo eso, no?— Preguntó, deduciendo por sus ropajes.