9/07/2018, 20:30
—Creo que se dice MANERAS!
¿Se me había escapado una palabra mal? Mmm Podría ser, tampoco es que yo fuera un experto dramaturgo, y desde luego era un ser humano, y como tal, solía equivocarme. El que no parecía un ser humano era él. Por muy fuerte que estuviera, por mucha resistencia a los golpes que hubiese entrenado, esa altura era demasiada como para ni tan siquiera sentir dolor. Como poco debía haberse roto un par de huesos, pero el tío parecía no inmutarse.
—¡Justo eso!
—¿Cual es tu manera de alcanzar la paz?
Pues la mas rápida, eficaz e indolora de todas ellas. Claro que, no había ninguna que fuese indolora en su totalidad, al final, la paz era un alto en el camino, una parada para descansar que se alargaba por mucho tiempo. Yo no necesitaba ese tipo de paz conmigo, pero ese chico parecía desesperado por encontrarla.
—¡Sera mejor que te acerques a la orilla y que yo baje, hablar gritando no esta bien, y menos en un lugar sagrado como este!
Con suerte, incluso podía evitar alguna desgracia. Así que descendí por la estatua poco a poco y con cuidado, yo no estaba tan loco como para querer romperme un par de huesos contra el agua.
¿Se me había escapado una palabra mal? Mmm Podría ser, tampoco es que yo fuera un experto dramaturgo, y desde luego era un ser humano, y como tal, solía equivocarme. El que no parecía un ser humano era él. Por muy fuerte que estuviera, por mucha resistencia a los golpes que hubiese entrenado, esa altura era demasiada como para ni tan siquiera sentir dolor. Como poco debía haberse roto un par de huesos, pero el tío parecía no inmutarse.
—¡Justo eso!
—¿Cual es tu manera de alcanzar la paz?
Pues la mas rápida, eficaz e indolora de todas ellas. Claro que, no había ninguna que fuese indolora en su totalidad, al final, la paz era un alto en el camino, una parada para descansar que se alargaba por mucho tiempo. Yo no necesitaba ese tipo de paz conmigo, pero ese chico parecía desesperado por encontrarla.
—¡Sera mejor que te acerques a la orilla y que yo baje, hablar gritando no esta bien, y menos en un lugar sagrado como este!
Con suerte, incluso podía evitar alguna desgracia. Así que descendí por la estatua poco a poco y con cuidado, yo no estaba tan loco como para querer romperme un par de huesos contra el agua.