10/07/2018, 02:18
Datsue se refería a la del Kage loco, sí. Pero los Kages locos, en aquellos tiempos, estaban a la orden del día. Y sino que se lo preguntasen a Zoku, que ahora debía estar en algún recóndito lugar del Yomi.
No cuestionar al Kage. Delegar en un jōnin. Aquella respuesta, pese a esperable, no le gustó. Pero luego… luego un rayo de esperanza se coló entre los nubarrones de tormenta. Daruu confesó que su padre había sido un traidor —cosa que, inevitablemente, le sorprendió—, y que, si le ordenasen matar a un familiar, seguramente no podría ejecutar la orden.
Datsue se rascó la barbilla. Estaba adentrándose en terreno pantanoso. Por una parte, su corazón le gritaba que se lo contase todo. Que Daruu era el mejor aliado que podía tener. Su única esperanza de arreglar aquello sin aventurarse en una misión suicida. Su mente, por el otro lado, le exigía que actuase con cautela. Keisuke se lo había entregado todo, confiándole su vida. Si Daruu se iba de la lengua… Si Yui se llegase a enterar que su shinobi le había desobedecido, le esperaba la muerte.
No había ningún otro desenlace posible. No con Yui.
Tragó saliva.
—¿Y qué harías…? ¿Qué harías si encerrasen a Ayame? —preguntó, cambiando ligeramente el escenario que le había presentado—. ¿Qué harías si tu Arashikage, en un acto de ira, decide encerrar a Ayame en el fondo de un calabozo? De por vida. Sin posibilidad a visitas ni comunicarse con ella. —No era lo mismo rebelarse contra tu Kage por omisión a una orden, es decir, no matando a un ser querido; que rebelarse actuando contra él.
Datsue aguardó su respuesta como quien espera esa brisa refrescante bajo el sofocante sol en un desierto.
No cuestionar al Kage. Delegar en un jōnin. Aquella respuesta, pese a esperable, no le gustó. Pero luego… luego un rayo de esperanza se coló entre los nubarrones de tormenta. Daruu confesó que su padre había sido un traidor —cosa que, inevitablemente, le sorprendió—, y que, si le ordenasen matar a un familiar, seguramente no podría ejecutar la orden.
Datsue se rascó la barbilla. Estaba adentrándose en terreno pantanoso. Por una parte, su corazón le gritaba que se lo contase todo. Que Daruu era el mejor aliado que podía tener. Su única esperanza de arreglar aquello sin aventurarse en una misión suicida. Su mente, por el otro lado, le exigía que actuase con cautela. Keisuke se lo había entregado todo, confiándole su vida. Si Daruu se iba de la lengua… Si Yui se llegase a enterar que su shinobi le había desobedecido, le esperaba la muerte.
No había ningún otro desenlace posible. No con Yui.
Tragó saliva.
—¿Y qué harías…? ¿Qué harías si encerrasen a Ayame? —preguntó, cambiando ligeramente el escenario que le había presentado—. ¿Qué harías si tu Arashikage, en un acto de ira, decide encerrar a Ayame en el fondo de un calabozo? De por vida. Sin posibilidad a visitas ni comunicarse con ella. —No era lo mismo rebelarse contra tu Kage por omisión a una orden, es decir, no matando a un ser querido; que rebelarse actuando contra él.
Datsue aguardó su respuesta como quien espera esa brisa refrescante bajo el sofocante sol en un desierto.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado