14/07/2018, 17:02
—Tu madre… —dijo Datsue con voz ronca. Tragó saliva—, es una mujer excepcional.
—Lo sé —se limitó a contestar Daruu. Extraño, pero el comentario le había hecho sonreír. Pese a que Datsue no supiese ni la mitad de que lo que era su madre.
Hubo unos largos minutos de silencio. Silencio, por supuesto, a excepción del inclemente chaparrón. Fue finalmente el Uchiha quien volvió a romperlo.
Daruu levantó la vista hacia él. Le observó unos instantes, cerró los ojos, y contestó:
—Sé exactamente quién es. Se llama Naia. Fue quien embaucó a mi padre para ser un traidor. Y no pienso rastrearla ni hacer nada con ella.
»Datsue. Con el tiempo, he aprendido a diferenciar lo que es importante de lo que no. Proteger a los tuyos es importante. Vengarse no lo es.
Se levantó, y se acercó un par de pasos hacia él. Se señaló a los ojos con el dedo índice.
—Mi madre me dio estos ojos para que yo siguiera siendo un ninja —dijo—. Para que siguiera teniendo mi vida como siempre... o casi como siempre. ¿Qué pasa si yo voy ahora a por esa hija de perra y acabo peor? ¡Habría desperdiciado su regalo! ¡Ella me dio esta segunda oportunidad!
Dio otro paso hacia adelante.
—¿Y tú, Datsue? ¿Qué era más importante, la pequeña venganza hacia Ayame o lo que perdiste por llevarla a cabo? —dijo. No fue un comentario incisivo. Más bien parecía el de alguien que quería convencer—. ¿Es más importante el odio hacia nosotros o el amor por Aiko?
»Dime qué sabes exactamente y podremos pensar en algo. En algo...
—Lo sé —se limitó a contestar Daruu. Extraño, pero el comentario le había hecho sonreír. Pese a que Datsue no supiese ni la mitad de que lo que era su madre.
Hubo unos largos minutos de silencio. Silencio, por supuesto, a excepción del inclemente chaparrón. Fue finalmente el Uchiha quien volvió a romperlo.
Daruu levantó la vista hacia él. Le observó unos instantes, cerró los ojos, y contestó:
—Sé exactamente quién es. Se llama Naia. Fue quien embaucó a mi padre para ser un traidor. Y no pienso rastrearla ni hacer nada con ella.
»Datsue. Con el tiempo, he aprendido a diferenciar lo que es importante de lo que no. Proteger a los tuyos es importante. Vengarse no lo es.
Se levantó, y se acercó un par de pasos hacia él. Se señaló a los ojos con el dedo índice.
—Mi madre me dio estos ojos para que yo siguiera siendo un ninja —dijo—. Para que siguiera teniendo mi vida como siempre... o casi como siempre. ¿Qué pasa si yo voy ahora a por esa hija de perra y acabo peor? ¡Habría desperdiciado su regalo! ¡Ella me dio esta segunda oportunidad!
Dio otro paso hacia adelante.
—¿Y tú, Datsue? ¿Qué era más importante, la pequeña venganza hacia Ayame o lo que perdiste por llevarla a cabo? —dijo. No fue un comentario incisivo. Más bien parecía el de alguien que quería convencer—. ¿Es más importante el odio hacia nosotros o el amor por Aiko?
»Dime qué sabes exactamente y podremos pensar en algo. En algo...