16/07/2018, 17:28
Aparte de las aguas del río, allí no había nada de importancia. Parecía una corriente de agua normal y... corriente —disculpen el juego de palabras—, una que seguro que muchos animales utilizaban como punto de adquisición del líquido vital que todos necesitamos tanto como la sangre: el agua.
Pero el clon tampoco pudo vislumbrar bestia alguna. Quizás había ido a mala hora o quizás su presencia las había espantado.
La expedición bajo el abrasador sol estival, aplacado tan solo por las copas de los árboles y su vegetación, empezaba a hacerse cuesta arriba para Karma. La genin no alcanzaba a comprender como Akame podía fumar tanto y no mostrar un solo signo de cansancio o falta de aliento; ella, por otro lado, iba sudada de arriba a abajo y peleaba por mantener una respiración estable. «Supongo que no es un jōnin por nada».
De pronto, como si uno de los mismísimos dioses hubiera bajado de los cielos para susurrarle la respuesta al pelinegro, este aseguró haber dado con Bierbe. Karma le escudriñó el rostro con intriga. Ese era el poder del Kage Bunshin.
—¡Pues vamos! —exclamó, contenta, porque por fin iban a parar de vagar.
Siguió a su sensei con ahínco; todo el que podía amasar dado su cansancio.
Pero el clon tampoco pudo vislumbrar bestia alguna. Quizás había ido a mala hora o quizás su presencia las había espantado.
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La expedición bajo el abrasador sol estival, aplacado tan solo por las copas de los árboles y su vegetación, empezaba a hacerse cuesta arriba para Karma. La genin no alcanzaba a comprender como Akame podía fumar tanto y no mostrar un solo signo de cansancio o falta de aliento; ella, por otro lado, iba sudada de arriba a abajo y peleaba por mantener una respiración estable. «Supongo que no es un jōnin por nada».
De pronto, como si uno de los mismísimos dioses hubiera bajado de los cielos para susurrarle la respuesta al pelinegro, este aseguró haber dado con Bierbe. Karma le escudriñó el rostro con intriga. Ese era el poder del Kage Bunshin.
—¡Pues vamos! —exclamó, contenta, porque por fin iban a parar de vagar.
Siguió a su sensei con ahínco; todo el que podía amasar dado su cansancio.