29/07/2018, 23:38
—¿Yo? De La Capital —indicó con una grácil sonrisa—. Estoy de vacaciones y me gustaría disfrutar de unos días de calma en el campo disfrutando de un buen té.
Acto seguido reverenció a la pareja de kunoichis.
—Si me disculpan, voy a retirarme. Gracias por su tiempo, ha sido un placer —indicó con respeto.
Emi se marchó, retirándose hasta el rincón de la bodega donde el hombre del yukata la esperaba. No tardaron en ponerse a parlotear como habían estado haciendo a lo largo de todo el trayecto.
—Bueno, Reika-san. ¿Y a ti qué te trae por La Pequeña? —le preguntó, buscando olvidar el dolor de cabeza.
Acto seguido reverenció a la pareja de kunoichis.
—Si me disculpan, voy a retirarme. Gracias por su tiempo, ha sido un placer —indicó con respeto.
Emi se marchó, retirándose hasta el rincón de la bodega donde el hombre del yukata la esperaba. No tardaron en ponerse a parlotear como habían estado haciendo a lo largo de todo el trayecto.
—Bueno, Reika-san. ¿Y a ti qué te trae por La Pequeña? —le preguntó, buscando olvidar el dolor de cabeza.