30/07/2018, 23:07
—A ver, primero que nada no me intentaba suicidar.—
—Me he dado cuenta...
No pude evitar pensarlo en voz alta. La verdad es que no me importaba mucho ya, el por que se había tirado desde la cabeza de la estatua hasta el lago. Sobretodo si sabía que no se iba a hacer nada. Pero eso no le restaba importancia a ese mismo hecho. Al fin y al cabo era imposible que nadie saliera ileso de eso. Bueno, tal vez si estabas expresamente entrenado para ello... Pero por mas que miraba al chico de arriba a abajo, menos me parecía un profesional del salto de estatua.
—Segundo, no soy un monstruo ni nada por el estilo, lo de la caída pues...Es cuestión de saberse tirar, y mi cuerpo no me duele como para estar quejandome por ello.—
—Ya...Claro...
Yo seguía en mis trece, escéptico como nadie. Y no pensaba apartar la mano de mi espada. Si podía salir ileso de aquello, bien podría hacer otras cosas peores.
—En realidad estaba meditando y luego salté al agua... Pensé que te referías a una mejor manera de encontrar la paz, similar a la meditación.—
—Al ser una caída mortal para casi cualquier persona corriente y algo dañino incluso para un ninja de rango medio-alto, pensé que intentabas buscar otro tipo de paz... Pero ya veo que no...
—Y tú, ¿Qué haces aqui?
—He venido a encontrarme con mis ancestros, los de mi estirpe pueden comunicarse con los espíritus mediante nuestras técnicas secretas, y he venido a ver si podía hablar con el antiguo Kage.
Mentí. Pero aquel juego estábamos jugando los dos. Si el podía salir ileso de una caída como esa por que sí, por que sabia como saltar, yo podía hablar con los fantasmas, por que mira, por amor al chakra. Así parecía que iban a tener que ser las cosas con el extraño chico pelirrojo con la bandana de Amegakure.
—Me he dado cuenta...
No pude evitar pensarlo en voz alta. La verdad es que no me importaba mucho ya, el por que se había tirado desde la cabeza de la estatua hasta el lago. Sobretodo si sabía que no se iba a hacer nada. Pero eso no le restaba importancia a ese mismo hecho. Al fin y al cabo era imposible que nadie saliera ileso de eso. Bueno, tal vez si estabas expresamente entrenado para ello... Pero por mas que miraba al chico de arriba a abajo, menos me parecía un profesional del salto de estatua.
—Segundo, no soy un monstruo ni nada por el estilo, lo de la caída pues...Es cuestión de saberse tirar, y mi cuerpo no me duele como para estar quejandome por ello.—
—Ya...Claro...
Yo seguía en mis trece, escéptico como nadie. Y no pensaba apartar la mano de mi espada. Si podía salir ileso de aquello, bien podría hacer otras cosas peores.
—En realidad estaba meditando y luego salté al agua... Pensé que te referías a una mejor manera de encontrar la paz, similar a la meditación.—
—Al ser una caída mortal para casi cualquier persona corriente y algo dañino incluso para un ninja de rango medio-alto, pensé que intentabas buscar otro tipo de paz... Pero ya veo que no...
—Y tú, ¿Qué haces aqui?
—He venido a encontrarme con mis ancestros, los de mi estirpe pueden comunicarse con los espíritus mediante nuestras técnicas secretas, y he venido a ver si podía hablar con el antiguo Kage.
Mentí. Pero aquel juego estábamos jugando los dos. Si el podía salir ileso de una caída como esa por que sí, por que sabia como saltar, yo podía hablar con los fantasmas, por que mira, por amor al chakra. Así parecía que iban a tener que ser las cosas con el extraño chico pelirrojo con la bandana de Amegakure.