31/07/2018, 13:58
El cenobita admitió que quizás su compañera no había tenido buena noche. La mujer, carente de ese conocimiento asintió, todo era posible. Quizás hasta se habían turnado haciendo guardias durante toda la noche, los shinobis eran un tanto peculiares a veces. Sin embargo, no tuvieron que aguardar demasiado hasta que la rubia hizo aparición. No se había demorado tampoco tanto, tan solo un poco. Fuese como fuese, la mujer dejó caer el gesto para que se acomodase en la mesa, había sitio para todos.
—Acompáñanos, por favor.
Una vez todos estuvieron sentados, y con cada uno tomando lo que les pareció conveniente, el silencio no tardó demasiado en desaparecer. De nuevo Karamaru mató al silencio, para cuando soltó la pregunta, la mujer miró a su hija, y ésta se adelantó inocente.
—Kiara es mi amiga —sentenció la pequeña, casi había que sacarle las palabras con embudo.
La pequeña miró a su madre, y ésta asintió —Así es, Kiara es su amiga del colegio, la pequeña que se ha perdido.
Obviamente, sobraba decir mas, puesto que la pequeña estaba ahí delante.
»Venga, tómate el desayuno y prepara las cosas para el colegio, ¿vale?
—Si, mama.
—Acompáñanos, por favor.
Una vez todos estuvieron sentados, y con cada uno tomando lo que les pareció conveniente, el silencio no tardó demasiado en desaparecer. De nuevo Karamaru mató al silencio, para cuando soltó la pregunta, la mujer miró a su hija, y ésta se adelantó inocente.
—Kiara es mi amiga —sentenció la pequeña, casi había que sacarle las palabras con embudo.
La pequeña miró a su madre, y ésta asintió —Así es, Kiara es su amiga del colegio, la pequeña que se ha perdido.
Obviamente, sobraba decir mas, puesto que la pequeña estaba ahí delante.
»Venga, tómate el desayuno y prepara las cosas para el colegio, ¿vale?
—Si, mama.
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~