31/07/2018, 23:00
Karamaru tardó varios minutos más que su compañero de profesión en alcanzar el llamativo lugar. Sin embargo, ambos actuarían de la misma cautelosa manera, ocultos entre los altos pastos de la zona circundante. En una depresión del terreno una gran fogata iluminaba los cuerpos de incontables personas.
Vestían ropas comunes a todo el continente pero la fiesta que llevaban era desconocida por este. Alrededor del fuego central varios de los integrantes bailaban en círculos haciendo exagerados movimientos con sus cuerpos mientras entonaban canciones inentendibles. Más alejados se encontraban hombres y mujeres con tambores, otros con unas esferas metálicas ardientes que al impacto producían leves explosiones que emanaban fuego y chispas a partes iguales.
«Y esto... pero... ¿Desde cuándo...?»
El calvo se quedó paralizado en el lugar, de cuclillas entre la maleza mirando desde la altura. Había dos escaleras, o algo parecido, que permitían la subida y bajada de aquella diferencia sin tener que pasar por una complicada y empinada pendiente. Allá abajo, la gente hablaba entre sí, cantaba y bailaba, golpeaba tambores o producía explosiones, pero lo más notorio una vez pasada la sorpresa era la cantidad de personas que entraban y salían por un agujero sin forma clara en la tierra.
Vestían ropas comunes a todo el continente pero la fiesta que llevaban era desconocida por este. Alrededor del fuego central varios de los integrantes bailaban en círculos haciendo exagerados movimientos con sus cuerpos mientras entonaban canciones inentendibles. Más alejados se encontraban hombres y mujeres con tambores, otros con unas esferas metálicas ardientes que al impacto producían leves explosiones que emanaban fuego y chispas a partes iguales.
«Y esto... pero... ¿Desde cuándo...?»
El calvo se quedó paralizado en el lugar, de cuclillas entre la maleza mirando desde la altura. Había dos escaleras, o algo parecido, que permitían la subida y bajada de aquella diferencia sin tener que pasar por una complicada y empinada pendiente. Allá abajo, la gente hablaba entre sí, cantaba y bailaba, golpeaba tambores o producía explosiones, pero lo más notorio una vez pasada la sorpresa era la cantidad de personas que entraban y salían por un agujero sin forma clara en la tierra.
"El miedo es el camino al lado oscuro. El miedo lleva a la ira, la ira al odio, el odio al sufrimiento, y el sufrimiento al lado oscuro"
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘
-Maestro Yoda.
◘ Hablo ◘ Pienso ◘