9/08/2018, 15:13
(Última modificación: 9/08/2018, 15:13 por Amedama Daruu.)
Daruu se arrastró por la madera y se dejó caer, boca arriba, tras escupir una bocanada de agua. Tomó aire y rio por no llorar. Mientras, otra conversación tenía lugar.
—¿Uchiha Datsue? ¡Ah, el mocoso que inundó el despacho de Hanabi! —dijo el viejo capitán.
—¿Que hiciste qué? —inquirió Daruu, dirigiendo toda su atención hacia la espalda de Datsue.
—¡Antes muerto! Eres capaz de volverme a soltar —El hombre le escupió (aunque el esputo no llegó a tocarle) y ante las miradas incrédulas de los dos ninjas, se apremió por nadar él mismo en perpendicular en dirección a otro embarcadero.
Daruu rio con una gran carcajada.
—Tío, los uzujin sois muy raros.
Era algo que a aquellas alturas ya no le sorprendía. Se había topado con cada elemento de aquella aldea, que...
—¿Uchiha Datsue? ¡Ah, el mocoso que inundó el despacho de Hanabi! —dijo el viejo capitán.
—¿Que hiciste qué? —inquirió Daruu, dirigiendo toda su atención hacia la espalda de Datsue.
—¡Antes muerto! Eres capaz de volverme a soltar —El hombre le escupió (aunque el esputo no llegó a tocarle) y ante las miradas incrédulas de los dos ninjas, se apremió por nadar él mismo en perpendicular en dirección a otro embarcadero.
Daruu rio con una gran carcajada.
—Tío, los uzujin sois muy raros.
Era algo que a aquellas alturas ya no le sorprendía. Se había topado con cada elemento de aquella aldea, que...
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)