29/08/2018, 16:30
—¡Vaya, vaya! Pero si es Eikyu Juro, el Inmaculado. ¿Qué te trae por aquí, Juro-san? ¿No deberías estar entrenando para el Examen?
Akame no se mostró para nada molesto porque interrumpiese su rato de descanso. Es más, pareció incluso divertirse. Juro se quedó pasmado al principio. No podía entender como aquel chico tan serio con el que se había encontrado en dos ocasiones (luego pensaría que, probablemente, se debía a que esas ocasiones requerían de mucha profesionalidad) ahora parecía tan tranquilo y relajado.
— B-bueno... — murmuró Juro, mientras sus mejillas enrojecían por la chanza —. No he hecho otra cosa que entrenar en éste tiempo. Vine aquí para relajarme un poco antes de continuar .
Lo que decía no era mentira, pero aun así lo sintió una excusa en cuanto salió de sus labios.
Para su sorpresa, alguien más hizo presencia. Era una chica, de gafas oscuras y piel bastante pálida (a Juro le recordó a su madre, cuya palidez era fantasmagórica). También llevaba un sombrero de paja de ala ancha. Era una combinación bastante graciosa, pero trató de no reírse. Parecía conocer a Akame tanto o más que él. Ella y él intercambiaron unas pequeñas palabras, que hicieron entender a Juro que la señorita se llamaba Reika y que también era shinobi (y genin).
— Creo que me declino por la opción de Akame — bromeó. Después, le tendió la mano a la chica desconocida —. Soy Eikyu Juro, shinobi de Kusagakure, encantado.
Hicieron una pequeña pausa, pero Akame volvió otra vez a arremeter con la mención del examen. Juro no sabía que Akame había sido ascendido tan notablemente (era difícil de ver cuando iba en bañador) pero entendió sus palabras como una chanza por su superiorioldad en el torneo.
—Todavía queda casi un mes, veo que habéis venido pronto. ¡Ah, y antes de que digáis nada! No puedo ayudaros a entrenar en esta ocasión. Estoy en mi día libre. Además, si contribuyo a aumentar las posibilidades de éxito de otros aspirantes, quizás disminuya las de mis compañeros... Y eso no estaría bien.
— No te preocupes, no vine a la playa por ayuda. Mi entrenamiento va genial — murmuró, cruzándose de brazos en un gesto posesivo—. He aprendido unas cuantas cosas desde la última vez que nos vimos.
Akame no se mostró para nada molesto porque interrumpiese su rato de descanso. Es más, pareció incluso divertirse. Juro se quedó pasmado al principio. No podía entender como aquel chico tan serio con el que se había encontrado en dos ocasiones (luego pensaría que, probablemente, se debía a que esas ocasiones requerían de mucha profesionalidad) ahora parecía tan tranquilo y relajado.
— B-bueno... — murmuró Juro, mientras sus mejillas enrojecían por la chanza —. No he hecho otra cosa que entrenar en éste tiempo. Vine aquí para relajarme un poco antes de continuar .
Lo que decía no era mentira, pero aun así lo sintió una excusa en cuanto salió de sus labios.
Para su sorpresa, alguien más hizo presencia. Era una chica, de gafas oscuras y piel bastante pálida (a Juro le recordó a su madre, cuya palidez era fantasmagórica). También llevaba un sombrero de paja de ala ancha. Era una combinación bastante graciosa, pero trató de no reírse. Parecía conocer a Akame tanto o más que él. Ella y él intercambiaron unas pequeñas palabras, que hicieron entender a Juro que la señorita se llamaba Reika y que también era shinobi (y genin).
— Creo que me declino por la opción de Akame — bromeó. Después, le tendió la mano a la chica desconocida —. Soy Eikyu Juro, shinobi de Kusagakure, encantado.
Hicieron una pequeña pausa, pero Akame volvió otra vez a arremeter con la mención del examen. Juro no sabía que Akame había sido ascendido tan notablemente (era difícil de ver cuando iba en bañador) pero entendió sus palabras como una chanza por su superiorioldad en el torneo.
—Todavía queda casi un mes, veo que habéis venido pronto. ¡Ah, y antes de que digáis nada! No puedo ayudaros a entrenar en esta ocasión. Estoy en mi día libre. Además, si contribuyo a aumentar las posibilidades de éxito de otros aspirantes, quizás disminuya las de mis compañeros... Y eso no estaría bien.
— No te preocupes, no vine a la playa por ayuda. Mi entrenamiento va genial — murmuró, cruzándose de brazos en un gesto posesivo—. He aprendido unas cuantas cosas desde la última vez que nos vimos.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60