4/09/2018, 03:23
La lata empezaba a sudar en las manos del peliverde y a la final volvió a mis manos con la excusa de que no bebía ese tipo de bebidas. —Vaya... Es una pena, con el calor que hace aquí y tú devolviendo una bebida refrescante.— Dije tras meter la lata en la cava nuevamente.
Miré nuevamente al mar. —A lo mejor estoy hablando mucho y son puros rumores, Daigo, no te des mala vida por ello.— Puse brevemente mi mano en su hombro tratando de realizar un gesto reconfortante para con él.
Tomé el resto del líquido de mi cerveza y miré al mar, mi cuerpo estaba empapado en sudor, la piel ya la tenía enrojecida y el sol se mantenía inclemente. Sí, el agua me estaba llamando.
Miré nuevamente al mar. —A lo mejor estoy hablando mucho y son puros rumores, Daigo, no te des mala vida por ello.— Puse brevemente mi mano en su hombro tratando de realizar un gesto reconfortante para con él.
Tomé el resto del líquido de mi cerveza y miré al mar, mi cuerpo estaba empapado en sudor, la piel ya la tenía enrojecida y el sol se mantenía inclemente. Sí, el agua me estaba llamando.