4/09/2018, 17:57
Un destello de metal, y luego un corte. La sombra de una espada descendía sobre un pobre perro atrapado entre un muro y una cosa que precia al mismo tiempo viscosa y sólida. No era la espada de un enemigo, no era la espada de un héroe ni la de un asesino. No era una espada con sed de sangre. Era mi espada, y estaba cortando aquella cosa que retenía al pobre animal contra la pared. ¿Cómo había llegado yo a aquella situación? Bueno, lo contare desde el principio.
No era un día cualquiera, no. Era un día emocionante, pues empezaban los combates del examen de chunnin en el estadio de uzushiogakure y la gente estaba deseando ver a los gennin de todas las aldeas en acción. Si, aquello iba a ser uno de los mayores espectáculos que sucedieran en uzushiogakure desde hacía tiempo ya. Por mi parte, no es que no estuviera emocionado, es que me toca ayudar a mi padre con un pedido.
Así que, como cada mañana, me levanté temprano para un entrenamiento matutino, me duché y me vestí, y aquel día escogí un uwagi rojo de manga corta. Si salía pronto de casa, me daría tiempo a ver algunos de los combates. Sobretodo por que se trataba de un pedido simple. Un montón de shurikens para las practicas de la academia ninja. Y allí es a donde tenia que ir.
Mi padre había llenado un saco de ellos, no sabía cuantos había, ni me apetecía pararme a contarlos. El saco pesaba, pero si lo cogía con ambas manos y me lo echaba al hombro, no era para tanto.
Mi casa quedaba un poco lejos de la academia, como a una hora de distancia, aunque con el peso me costó un poco más llegar. Para cuando llegué, el primer combate no había empezado aún, pero no debería faltar mucho. Allí, en la academia, me estaba esperando una de las profesoras para recoger el pedido.
—Buenos días, traigo un pedido de la herrería Sasaki.
—Buenos días, puedes dejarlo aquí, ya me ocupo yo.
—¿Seguro que no quiere que le ayude a colocarlo en la armeria?
—si, no te preocupes, yo me encargo.
—Esta bien, que tenga un buen día, hasta luego.
Fue un trámite bastante rápido, por lo que, seguro que el combate no había empezado todavía, pero estaría a punto de hacerlo. Por la distancia que me separaba del estadio, no me iba a dar tiempo a verlo comenzar, y no sabía lo rápidos o fuertes que serian esos ninjas, por lo que igual ni siquiera me daba tiempo a verlo terminar, pero habría mas combates, o eso creía yo en aquel momento.
Fue cuando mas cerca estaba del estadio cuando escuche una explosión, lo normal en un combate, habría decanas de técnicas capaces de causar eso. Pero al poco tiempo, los gritos de la gente, y una estampida de civiles saliendo del lugar a toda velocidad cambió mi forma de pensar. Estaba pasando algo, y no era bueno.
—Mierda, mala señal, mala señal
Aceleré el paso. O, mejor dicho, corrí. Ni siquiera intente entrar por la puerta principal, era imposible con toda la marabunta intentado salir. Así que trepe por la pared del estadio. Es verdad, era un inútil para los sellos, pero aún así había cosas que yo podía hacer, como esa, trepar por una pared o caminar por el agua.
Para cuando llegue arriba del todo del muro, aquello era un caos. El uzukage estaba en mitad de la arena plantándole cara a una shinobi de amegakure, y aquello no parecía un espectáculo. También, en otro lado de las gradas, pegados al muro, otros shinobis de uzushiogakure enfrentaban a unos de kusagakure. Un perro se interpuso entre un proyectil y uno de los shinobis y quedo pegado al muro, luego, otro shinobi más de kusagakure, acompañado de otro perro, apareció y se abalanzo para alcanzar con un golpe certero al chico al que el perro había cubierto.
En la pelea del uzukage era mejor no meterse, yo iba a ser una molestia mas que una ayuda. Pero en aquel frente si podía ayudar, aunque los de kusa fuese más. Cuantos más fuésemos, más podríamos aguantar hasta que llegaran los verdaderos refuerzos.
Fue por eso por lo que corrí y decidí que la mejor opción era liberar al perro de lo que fuese que lo retenía contra la pared. Esta bien, yo no era el tío mas listo del mundo, ni el mejor estratega, pero en ese momento me pareció el mejor plan. Desenvaine mi Uchigatana mientras me acercaba, e intente liberar al animal con mi espada.
—¡Han llegado los refuerzos!
No era un día cualquiera, no. Era un día emocionante, pues empezaban los combates del examen de chunnin en el estadio de uzushiogakure y la gente estaba deseando ver a los gennin de todas las aldeas en acción. Si, aquello iba a ser uno de los mayores espectáculos que sucedieran en uzushiogakure desde hacía tiempo ya. Por mi parte, no es que no estuviera emocionado, es que me toca ayudar a mi padre con un pedido.
Así que, como cada mañana, me levanté temprano para un entrenamiento matutino, me duché y me vestí, y aquel día escogí un uwagi rojo de manga corta. Si salía pronto de casa, me daría tiempo a ver algunos de los combates. Sobretodo por que se trataba de un pedido simple. Un montón de shurikens para las practicas de la academia ninja. Y allí es a donde tenia que ir.
Mi padre había llenado un saco de ellos, no sabía cuantos había, ni me apetecía pararme a contarlos. El saco pesaba, pero si lo cogía con ambas manos y me lo echaba al hombro, no era para tanto.
Mi casa quedaba un poco lejos de la academia, como a una hora de distancia, aunque con el peso me costó un poco más llegar. Para cuando llegué, el primer combate no había empezado aún, pero no debería faltar mucho. Allí, en la academia, me estaba esperando una de las profesoras para recoger el pedido.
—Buenos días, traigo un pedido de la herrería Sasaki.
—Buenos días, puedes dejarlo aquí, ya me ocupo yo.
—¿Seguro que no quiere que le ayude a colocarlo en la armeria?
—si, no te preocupes, yo me encargo.
—Esta bien, que tenga un buen día, hasta luego.
Fue un trámite bastante rápido, por lo que, seguro que el combate no había empezado todavía, pero estaría a punto de hacerlo. Por la distancia que me separaba del estadio, no me iba a dar tiempo a verlo comenzar, y no sabía lo rápidos o fuertes que serian esos ninjas, por lo que igual ni siquiera me daba tiempo a verlo terminar, pero habría mas combates, o eso creía yo en aquel momento.
Fue cuando mas cerca estaba del estadio cuando escuche una explosión, lo normal en un combate, habría decanas de técnicas capaces de causar eso. Pero al poco tiempo, los gritos de la gente, y una estampida de civiles saliendo del lugar a toda velocidad cambió mi forma de pensar. Estaba pasando algo, y no era bueno.
—Mierda, mala señal, mala señal
Aceleré el paso. O, mejor dicho, corrí. Ni siquiera intente entrar por la puerta principal, era imposible con toda la marabunta intentado salir. Así que trepe por la pared del estadio. Es verdad, era un inútil para los sellos, pero aún así había cosas que yo podía hacer, como esa, trepar por una pared o caminar por el agua.
Para cuando llegue arriba del todo del muro, aquello era un caos. El uzukage estaba en mitad de la arena plantándole cara a una shinobi de amegakure, y aquello no parecía un espectáculo. También, en otro lado de las gradas, pegados al muro, otros shinobis de uzushiogakure enfrentaban a unos de kusagakure. Un perro se interpuso entre un proyectil y uno de los shinobis y quedo pegado al muro, luego, otro shinobi más de kusagakure, acompañado de otro perro, apareció y se abalanzo para alcanzar con un golpe certero al chico al que el perro había cubierto.
En la pelea del uzukage era mejor no meterse, yo iba a ser una molestia mas que una ayuda. Pero en aquel frente si podía ayudar, aunque los de kusa fuese más. Cuantos más fuésemos, más podríamos aguantar hasta que llegaran los verdaderos refuerzos.
Fue por eso por lo que corrí y decidí que la mejor opción era liberar al perro de lo que fuese que lo retenía contra la pared. Esta bien, yo no era el tío mas listo del mundo, ni el mejor estratega, pero en ese momento me pareció el mejor plan. Desenvaine mi Uchigatana mientras me acercaba, e intente liberar al animal con mi espada.
—¡Han llegado los refuerzos!
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)