6/09/2018, 02:41
— Es que no lo recuerdo, por eso te decía lo de Ayame. Admitió, mis dudas crecían más sobre ese tema, pero era algo que a la final no me interesaba averiguar, no le debía nada a él, ni a Ayame, había hecho mi deber preguntando el porqué del asunto, pero sí el sujeto no lo recordaba tampoco lo iba a interrogar o a forzar...
— Supongo que sí que tendré que esperarme...
—Siento no ser de más ayuda.— Agregué ante el pesar que veía en el maestro de los perros.
— Ni idea, te puedo asegurar que de mi promoción de genins no es. Así que tendrás que preguntar a Uchiha Datsue, él estuvo un tiempo con otra promoción, además, él conoce a casi toda la villa, pero no sé si te ayudará gratis.
Ahora venía lo que sí me interesaba a mi, saber de Koutetsu, de su bienestar, de su paradero, o saber algo de él, ¿me habría engañado? Pero... Sí mal no recordaba le había visto en el torneo de los dojos, el hecho de que ningún shinobi de Uzugakure se acordase de su existencia me causaba mucha más curiosidad el hecho de que Nabi no recordase lo que había hablado con Ayame.
—Ya hable con él, tampoco me dio respuesta.— Repiqué rápidamente, ahora el que tenía cierto pesar era yo. Lo único beneficioso de todo aquello era que Inuzuka reveló que Datsue no parecía hacer nada de gratis, no haría nada sin obtener un beneficio a cambio; recordé que estaba deuda, de cierta modo, conmigo, y que aún no hacíamos lo que ambos queríamos, de lograrlo aquella deuda se extendería por toda la eternidad de su vida.
El camino se me antojaba verdaderamente largo, ¿cuándo iríamos a llegar? Empezaba a sudar... —¿Está muy lejos la heladería?
— Supongo que sí que tendré que esperarme...
—Siento no ser de más ayuda.— Agregué ante el pesar que veía en el maestro de los perros.
— Ni idea, te puedo asegurar que de mi promoción de genins no es. Así que tendrás que preguntar a Uchiha Datsue, él estuvo un tiempo con otra promoción, además, él conoce a casi toda la villa, pero no sé si te ayudará gratis.
Ahora venía lo que sí me interesaba a mi, saber de Koutetsu, de su bienestar, de su paradero, o saber algo de él, ¿me habría engañado? Pero... Sí mal no recordaba le había visto en el torneo de los dojos, el hecho de que ningún shinobi de Uzugakure se acordase de su existencia me causaba mucha más curiosidad el hecho de que Nabi no recordase lo que había hablado con Ayame.
—Ya hable con él, tampoco me dio respuesta.— Repiqué rápidamente, ahora el que tenía cierto pesar era yo. Lo único beneficioso de todo aquello era que Inuzuka reveló que Datsue no parecía hacer nada de gratis, no haría nada sin obtener un beneficio a cambio; recordé que estaba deuda, de cierta modo, conmigo, y que aún no hacíamos lo que ambos queríamos, de lograrlo aquella deuda se extendería por toda la eternidad de su vida.
El camino se me antojaba verdaderamente largo, ¿cuándo iríamos a llegar? Empezaba a sudar... —¿Está muy lejos la heladería?