¡Lechugos a la mar!

[Sasagani Yota]

¿Puedes hacer más cosas de araña? ¿Puedes escupir veneno? ¿Sacar patas o más extremidades?

Podía confirmarlo, la curiosidad de Juro estaba totalmente despertada.

— Así que por eso estuviste tanto tiempo fuera de la aldea, ¿verdad? — adivinó Juro —. Suena un poco... peligroso, pero imagino que irás igualmente. Avísame la próxima vez, ¿vale? Supongo que no puedo ir contigo, pero me gustaría al menos saber cuando estas fuera... entrenado.

Asentí con la cabeza ante las elucubraciones del kusajin. Muchas preguntas habían sido lanzadas pero la verdad era que las expectativas de Juro sobre mis habilidades estaban por las nubbes. El aterrizaje iba a ser complicado.

— Si, vale, vale, ya te avisaré, pero no creo que puedas venir conmigo. Tu no eres miembro de la familia y no puedo garantizar que salieras con vida si vinieses a la guarida — dije, confirmando la teoría inicial del muchacho — No, tío. Ya te dije que aprendí lo básico, fue mucho tiempo pero esto ha significado un cambio radical en mí. He tenido que acostumbrarme a muchas cosas y digerirlas adecuadamente. No ha sido fácil y me tomó mi tiempo. Por ahora, como digo, sé lo básico, puedo lanzar telarañas y usar esa baba que viste antes

Venenos, brazos extras, hacer cosas de araña... Bueno, la verdad es que solo unas pocas, y eran las más básicas. Pero algún día, esperaba que no muy lejano, pudiese aprender esas cosas y ser una araña de verdad.

— Pronto aprenderé cosas más elaboradas y tu serás mi primer conejito de indias para los venenos esos, tal y como hiciste tu conmigo

Le guiñé el ojo. Había pasado un montón desde aquel combate de preparación para el Torneo de los Dojos, pero aún recordaba como picaba todo mi cuerpo con aquel maldito veneno que usó contra mí.