12/09/2018, 10:21
Daruu tragó saliva. Hasta ese momento, se había creído en control de sus nervios. Pero tener delante a esa mujer era bien distinto de imaginársela. Imponía casi más. Era grande; tenía el aspecto de alguien que te puede aplastar la cabeza con sus propias manos, y además la mirada que te asegura de que lo haría si le contrariabas lo suficiente. Se reincorporó, intentando no mirar directamente aquellos ojos azules. Retiró la silla izquierda y tomó asiento tal y como le habían dicho.
—Esto... n-no, Yui-sama. No hemos hablado antes —tartamudeó—. ¿Pero supongo que Shanise-senpai le ha informado a usted de todo lo que pasó hace unos meses, incluído lo de... mi reporte? —preguntó, por si acaso.
—Esto... n-no, Yui-sama. No hemos hablado antes —tartamudeó—. ¿Pero supongo que Shanise-senpai le ha informado a usted de todo lo que pasó hace unos meses, incluído lo de... mi reporte? —preguntó, por si acaso.