12/09/2018, 21:44
El tiempo se le hacía eterno, los segundos le parecía minutos y lo minutos, horas, pero aun así aguantó, apenas movió un músculo desde que se sentó, simplemente se limitó a cerrar los ojos e inspirar profundamente, recordando los días de vida en su aldea natal, junto a sus padres, junto al Clan.
En un par de ocasiones abrió los ojos rápidamente y tensó ligeramente sus músculos al escuchar pasos cerca de la puerta, pero fueron falsas alarmas. Al menos hasta que, una de las veces los pasos se detuvieron un instante antes de que la puerta se abriera con suavidad.
Por ella entró una chica que más o menos tendría la misma edad de Riko, un hecho que, seguro que si hubiera sido otra persona habría hecho que reaccionara de una u otra forma, pero el Kaguya no, se mantuvo firme, sin cambiar un ápice el gesto de su cara, serio. Lo que más le llamó la atención de la chica fue su pelo, de un rojo intenso.
—Buenos días. Imagino que eres Kaguya Riko, si no creo que esto puede ser embarazoso y debería irme antes de hacer más el ridículo.
La pelirroja se sentó a su izquierda, y Riko la miró directamente a los ojos, de nuevo, sin un sólo ápice de movimiento en su rostro.
—Buenos días... sensei. — Dijo, parando un segundo para recordar cómo se tenía que dirigir a sus instructores. —Sí, mi nombre es Kaguya Riko, mucho gusto.
Y tras estas palabras hizo una leve reverencia con la cabeza.
En un par de ocasiones abrió los ojos rápidamente y tensó ligeramente sus músculos al escuchar pasos cerca de la puerta, pero fueron falsas alarmas. Al menos hasta que, una de las veces los pasos se detuvieron un instante antes de que la puerta se abriera con suavidad.
Por ella entró una chica que más o menos tendría la misma edad de Riko, un hecho que, seguro que si hubiera sido otra persona habría hecho que reaccionara de una u otra forma, pero el Kaguya no, se mantuvo firme, sin cambiar un ápice el gesto de su cara, serio. Lo que más le llamó la atención de la chica fue su pelo, de un rojo intenso.
—Buenos días. Imagino que eres Kaguya Riko, si no creo que esto puede ser embarazoso y debería irme antes de hacer más el ridículo.
La pelirroja se sentó a su izquierda, y Riko la miró directamente a los ojos, de nuevo, sin un sólo ápice de movimiento en su rostro.
—Buenos días... sensei. — Dijo, parando un segundo para recordar cómo se tenía que dirigir a sus instructores. —Sí, mi nombre es Kaguya Riko, mucho gusto.
Y tras estas palabras hizo una leve reverencia con la cabeza.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»