18/09/2015, 11:49
Tras aquel dolor intenso que sentí en mi brazo ya poco pude hacer, ese brazo que creí que podría usar para esquivar aquel golpe mortal, pero mi cabeza me jugó una mala pasada, pues únicamente retrasé lo inevitable unos segundos. El resultado fue el mismo...
"Se acabó...al fin...ahora ya nada me impedirá descansar, descansar por siempre". Ya no me invadía la necesidad de saber y conocer, las ganas de matar a Blame se desvanecieron junto con mi vida, me quedaba poco tiempo. Ahora si que sentí la llamada, el abrazo de la muerte que era inevitable. Delirando, volví a ver a mi abuelo que estaba justo a mi lado. Ya no reía, simplemente me tendía la mano con rostro benevolente.
"-Nos tenemos que ir"
"-Yo quería...quería ser un gran shinobi..."
"-...vamos"
Pero antes de abandonar este mundo, tenía que mostrarle a Blame quién fue el causante de la destrucción de nuestra aldea, debía cederle el testigo, el testigo de la venganza. Con las pocas fuerzas que me quedaban, sostuve con mi brazo intacto su negra túnica y ensangrentada para conducir su mirada hacía el suelo, para que se fijara en algo que le tenía que mostrar, con mi otro brazo, mojé la yema de mis dedos en mi propia sangre, omitiendo el dedo pulgar. Y dibujé cuatro líneas verticales del mismo tamaño. Tras un leve quejido que salió de mi traquea destrozada, acompañado de la poca sangre que me quedaba, morí, dejando caer con brusquedad el brazo que sostenía la túnica de Blame.
"-Ya está...nos podemos marchar"
"Se acabó...al fin...ahora ya nada me impedirá descansar, descansar por siempre". Ya no me invadía la necesidad de saber y conocer, las ganas de matar a Blame se desvanecieron junto con mi vida, me quedaba poco tiempo. Ahora si que sentí la llamada, el abrazo de la muerte que era inevitable. Delirando, volví a ver a mi abuelo que estaba justo a mi lado. Ya no reía, simplemente me tendía la mano con rostro benevolente.
"-Nos tenemos que ir"
"-Yo quería...quería ser un gran shinobi..."
"-...vamos"
Pero antes de abandonar este mundo, tenía que mostrarle a Blame quién fue el causante de la destrucción de nuestra aldea, debía cederle el testigo, el testigo de la venganza. Con las pocas fuerzas que me quedaban, sostuve con mi brazo intacto su negra túnica y ensangrentada para conducir su mirada hacía el suelo, para que se fijara en algo que le tenía que mostrar, con mi otro brazo, mojé la yema de mis dedos en mi propia sangre, omitiendo el dedo pulgar. Y dibujé cuatro líneas verticales del mismo tamaño. Tras un leve quejido que salió de mi traquea destrozada, acompañado de la poca sangre que me quedaba, morí, dejando caer con brusquedad el brazo que sostenía la túnica de Blame.
"-Ya está...nos podemos marchar"