14/09/2018, 01:36
—No me preocupa el veneno, Yota. En ame estamos acostumbrados a comer tarántula frita, con los riesgos que eso conlleva, así que...
A juzgar por el tipo que tenía en frente, aquella tenía toda la pinta de ser un bulo con el que esperaría colarme un gol por toda la escuadra y, aunque Kumopansa dio un respingo, hice como si me lo creyera, pero haciendo caso omiso, la verdad es que me importaba un pimiento frito si se comía tarántulas o no.
con que Kumopansa, ¿eh? un placer. ¿Qué se supone que eres, la mascota del tarado de Yota? ¿cómo cojones es que puedes hablar?
— Joder, Yota, colega — dijo el animal en un tono cansado — ¿Por qué todos se pensarán que soy tu puta mascota? ¡Que yo también sé usar el jodido chakra!
No pude evitar reírme ante el evidente enfado del arácnido.
— ¿Y a mi qué me cuentas? Tendrás cara de mascota, yo qué sé
Supongo que es lo priemro que pasaba por la cabeza de alguien. Si un animal va con alguien es que será su mascota. No todo el mundo era conocedor de los pactos de sangre con animales que no solo sabían luchar, sino que disponían de chakra al igual que los shinobis y sabían usarlo para realizar distintas técnicas. Aunque eso era algo que Kaido podría llegar a deducir, ¿desde cuando las arañas hablaban nuestro idioma sino? Solo por eso debería deducir que aquel animal no era común precisamente.
— Y bueno, Kaido, te dije que era peligrosa pero me olvidé de decirte que tenía mal genio. No debiste cabrearla
Dije aquello mientras veía como preparaba sus fauces para propinarle un mordisco en la coronilla, cosa por la cual, probablemente le robase unos cuantos cabellos azulados y le dejase una buena marca de sangre en la cogorota. Para fortuna del tiburón, no había veneno alguno, pero claro él no lo sabía.
Kumopansa saltó y volvió hacia mí.
A juzgar por el tipo que tenía en frente, aquella tenía toda la pinta de ser un bulo con el que esperaría colarme un gol por toda la escuadra y, aunque Kumopansa dio un respingo, hice como si me lo creyera, pero haciendo caso omiso, la verdad es que me importaba un pimiento frito si se comía tarántulas o no.
con que Kumopansa, ¿eh? un placer. ¿Qué se supone que eres, la mascota del tarado de Yota? ¿cómo cojones es que puedes hablar?
— Joder, Yota, colega — dijo el animal en un tono cansado — ¿Por qué todos se pensarán que soy tu puta mascota? ¡Que yo también sé usar el jodido chakra!
No pude evitar reírme ante el evidente enfado del arácnido.
— ¿Y a mi qué me cuentas? Tendrás cara de mascota, yo qué sé
Supongo que es lo priemro que pasaba por la cabeza de alguien. Si un animal va con alguien es que será su mascota. No todo el mundo era conocedor de los pactos de sangre con animales que no solo sabían luchar, sino que disponían de chakra al igual que los shinobis y sabían usarlo para realizar distintas técnicas. Aunque eso era algo que Kaido podría llegar a deducir, ¿desde cuando las arañas hablaban nuestro idioma sino? Solo por eso debería deducir que aquel animal no era común precisamente.
— Y bueno, Kaido, te dije que era peligrosa pero me olvidé de decirte que tenía mal genio. No debiste cabrearla
Dije aquello mientras veía como preparaba sus fauces para propinarle un mordisco en la coronilla, cosa por la cual, probablemente le robase unos cuantos cabellos azulados y le dejase una buena marca de sangre en la cogorota. Para fortuna del tiburón, no había veneno alguno, pero claro él no lo sabía.
Kumopansa saltó y volvió hacia mí.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa