14/09/2018, 12:36
Yubiwa dijo algo parecido a un "ahhhhh", o tal vez fuera un "eeeeh"; echó una mirada hacia el cielo, y tras unos segundos de reflexión ebria, miró a Daigo, siempre con aquella enigmática sonrisa y aquellos exóticos ojos anulares de color dorado.
—Mmmmñó. No me preocupa en apssoluto. Mira, Daigo-kun, yo crrreo que todos vosotros, tú, Yyyota, Ettttttsu. Podríais haberos presentado al examen sin prrrrrroblemas. Pero unos por vagos que no han movido el culo, y otros por cagaos... Ño habéis entrado. Pero bueno, las cosas en Kusagakure van con paciencia, muchiacho. Con paciencia y tranquilidad pero bbbbbbbbien echias.
—Mmmmñó. No me preocupa en apssoluto. Mira, Daigo-kun, yo crrreo que todos vosotros, tú, Yyyota, Ettttttsu. Podríais haberos presentado al examen sin prrrrrroblemas. Pero unos por vagos que no han movido el culo, y otros por cagaos... Ño habéis entrado. Pero bueno, las cosas en Kusagakure van con paciencia, muchiacho. Con paciencia y tranquilidad pero bbbbbbbbien echias.