16/09/2018, 17:24
Su técnica dio de lleno en el clon de la pelirroja, deshaciéndolo al momento y de fondo empezó a escuchar una palmadas, y al buscar su origen, vio que era la propia Eri, a modo de felicitación y sus mejillas se sonrojaron un poco, sin duda le habían asignado una buena tutora.
—No importa, yo creo que lo estás haciendo muy bien, con el tiempo conocerás más técnicas, de eso estoy segura. Ahora quiero hacer algo diferente, toma. Quiero ver qué tal te desenvuelves con armas arrojadizas.
Eri se había acercado a él, tranquilizándolo con unas palmaditas en el hombro y asegurando que su falta de práctica con el ninjutsu elemental era algo que solucionaría con el tiempo, a lo cual asintió agradecido. Tras esto, tomó los dos shuriken que ella le tendió, uno con cada mano, y espero para ver qué era lo que proponía.
—Voy a esconder a mis clones y tú vas a permanecer con los ojos cerrados, concentrado. Cuando escuches algún movimiento, lanza el shuriken a donde creas que se esconden mis clones, pero sin abrir los ojos, ¿alguna pregunta?
Riko escuchó con atención la explicación del ejercicio que iban a realizar a continuación y, sin duda alguna, le pareció algo muy difícil, pero lo haría lo mejor que pudiera.
—Creo... Creo que lo he entendido, vamos a ello.
Relajó todos sus músculos, tomo aire y cerró los ojos a la vez que expulsaba el aire, concentrándose en todos los sonidos que podía escuchar en ese momento, el viento, las hojas moverse, algún graznido de pájaro... se fijó en todo para poder diferenciar un sonido que fuera extraño.
—No importa, yo creo que lo estás haciendo muy bien, con el tiempo conocerás más técnicas, de eso estoy segura. Ahora quiero hacer algo diferente, toma. Quiero ver qué tal te desenvuelves con armas arrojadizas.
Eri se había acercado a él, tranquilizándolo con unas palmaditas en el hombro y asegurando que su falta de práctica con el ninjutsu elemental era algo que solucionaría con el tiempo, a lo cual asintió agradecido. Tras esto, tomó los dos shuriken que ella le tendió, uno con cada mano, y espero para ver qué era lo que proponía.
—Voy a esconder a mis clones y tú vas a permanecer con los ojos cerrados, concentrado. Cuando escuches algún movimiento, lanza el shuriken a donde creas que se esconden mis clones, pero sin abrir los ojos, ¿alguna pregunta?
Riko escuchó con atención la explicación del ejercicio que iban a realizar a continuación y, sin duda alguna, le pareció algo muy difícil, pero lo haría lo mejor que pudiera.
—Creo... Creo que lo he entendido, vamos a ello.
Relajó todos sus músculos, tomo aire y cerró los ojos a la vez que expulsaba el aire, concentrándose en todos los sonidos que podía escuchar en ese momento, el viento, las hojas moverse, algún graznido de pájaro... se fijó en todo para poder diferenciar un sonido que fuera extraño.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»