19/09/2015, 13:10
Fue evidente por su tono que no le hacía ni pizca de gracia su mera presencia, aunque no era algo de qué culpar. Aoyama estaba entre la espada y la motosierra, o incluso algo peor, pues había de lidiar con Sayaka también. Su actitud fue reservada, aunque despertó la idea de que en algún momento le interrogaría para conocer sus motivos hacia esos impulsos psicópatas.
El albino se jactó de su fama, y tras analizarlo comentó la primera impresión que el chico le había dado. Evidentemente, su impresión había sido muy superficial, quizás podía haber añadido que lo veía como un chico marginal... pero aquí el auténticamente marginado era Blame. Carecía de sentido el burlarse con una realidad propia, pese a que esa realidad poco le afectase al Senju. Su contestación no fue otra que "estas en lo cierto". Sin duda estaba a la defensiva.
Blame persistió en su sonrisa fría.
«A ver por donde sale éste equipo...»
Sin mas, Yoshimitsu terminó sugiriendo que hicieran como que se llevaban bien. El comentario le hizo bastante gracia al albino, pues de hecho ya había empezado a fingirlo. Ironías de la vida...
—Si, supongo que podríamos fingirlo... será divertido.—
Su sonrisa desmesuró, terminando en una leve carcajada. Estaba ansioso por saber a qué tipo de profesor le habría caído semejante calvario. Éste equipo tenía pinta de que iría a convertirse en un equipo realmente singular, y no precisamente en un buen sentido.
El albino se jactó de su fama, y tras analizarlo comentó la primera impresión que el chico le había dado. Evidentemente, su impresión había sido muy superficial, quizás podía haber añadido que lo veía como un chico marginal... pero aquí el auténticamente marginado era Blame. Carecía de sentido el burlarse con una realidad propia, pese a que esa realidad poco le afectase al Senju. Su contestación no fue otra que "estas en lo cierto". Sin duda estaba a la defensiva.
Blame persistió en su sonrisa fría.
«A ver por donde sale éste equipo...»
Sin mas, Yoshimitsu terminó sugiriendo que hicieran como que se llevaban bien. El comentario le hizo bastante gracia al albino, pues de hecho ya había empezado a fingirlo. Ironías de la vida...
—Si, supongo que podríamos fingirlo... será divertido.—
Su sonrisa desmesuró, terminando en una leve carcajada. Estaba ansioso por saber a qué tipo de profesor le habría caído semejante calvario. Éste equipo tenía pinta de que iría a convertirse en un equipo realmente singular, y no precisamente en un buen sentido.