20/09/2018, 23:38
Juro sonrió cuando el médico volvió con los tres vasos de los shinobi. Akame, Reika y él se habían mantenido en la mesa, sentados y esperando a que llegara. Nada más hacerlo, el médico comenzó a hablares sobre el caso, aunque se detuvo al darse cuenta de que la mujer mercenaria estaba ahí.
Frunció el ceño. Quizá no se hubiera dado cuenta de su presencia antes, después de todo.
Entonces, el hombre les reveló a que se enfrentaban: la "bestia", solo era una especie de primate, que parecía tener una antiguedad de muchos años. El doctor no solo se dedicaba a curar gente, si no también realizaba investigaciones sobre el campo de la naturaleza.
« ¡Qué hombre más interesante! » — pensó Juro, y empezó a entender por donde iba el asunto. El señor investigaba sobre animal. Si animal moría, el señor se quedaba sin investigación. Por eso no le agradaba la mercenaria y tenía bastante miedo a lo que pudieran hacer.
Akame repuso que los daños que había causado no eran cosa de bromas. Ahí tenía que darle la razón.
—¡El asunto!, es que quiero pedirles que me ayuden a solventar este problema de forma que nadie salga herido. Es lo mejor para todos, sin duda. Y también para la criatura.
Antes de poder contestar, sin embargo, un gran grupo de gente del pueblo irrumpió en el chiringuito. Una portavoz anunció lo que había pasado: la gente del pueblo se rendía.
—¡Está bien, mercenaria, tú ganas! ¿Cuánto quieres por la cabeza de ese monstruo?
« ¡Esto es malo! » — pensó.
— Vale. La gente del pueblo no parece verlo de esa manera — Y no les culpaba. Ellos veían unas amenazas —. No creo que podamos convencerles así de buenas de que es un animal y no una bestia. Nuestro deber es tratar de detener a esa criatura antes de que cause más daños, o incluso muertes. Podemos tratar de detenerla sin causarle daños... pero esa mujer nos va a estorbar. Ella no va a preocuparse por el animal, siempre y cuando cobre.
Frunció el ceño. Quizá no se hubiera dado cuenta de su presencia antes, después de todo.
Entonces, el hombre les reveló a que se enfrentaban: la "bestia", solo era una especie de primate, que parecía tener una antiguedad de muchos años. El doctor no solo se dedicaba a curar gente, si no también realizaba investigaciones sobre el campo de la naturaleza.
« ¡Qué hombre más interesante! » — pensó Juro, y empezó a entender por donde iba el asunto. El señor investigaba sobre animal. Si animal moría, el señor se quedaba sin investigación. Por eso no le agradaba la mercenaria y tenía bastante miedo a lo que pudieran hacer.
Akame repuso que los daños que había causado no eran cosa de bromas. Ahí tenía que darle la razón.
—¡El asunto!, es que quiero pedirles que me ayuden a solventar este problema de forma que nadie salga herido. Es lo mejor para todos, sin duda. Y también para la criatura.
Antes de poder contestar, sin embargo, un gran grupo de gente del pueblo irrumpió en el chiringuito. Una portavoz anunció lo que había pasado: la gente del pueblo se rendía.
—¡Está bien, mercenaria, tú ganas! ¿Cuánto quieres por la cabeza de ese monstruo?
« ¡Esto es malo! » — pensó.
— Vale. La gente del pueblo no parece verlo de esa manera — Y no les culpaba. Ellos veían unas amenazas —. No creo que podamos convencerles así de buenas de que es un animal y no una bestia. Nuestro deber es tratar de detener a esa criatura antes de que cause más daños, o incluso muertes. Podemos tratar de detenerla sin causarle daños... pero esa mujer nos va a estorbar. Ella no va a preocuparse por el animal, siempre y cuando cobre.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60