21/09/2018, 15:21
Daruu lo recordaba. Por supuesto que lo recordaba. Aquella misión de infiltración y rescate había supuesto un punto de inflexión en la vida de todos los participantes. Y no sólo por lo que habían vivido en las fauces de los monstruos acuáticos.
—Recuerda cada instante que pasamos allí —asintió Kōri y se llevó una de las bolas a la boca. Después de masticar durante unos instantes y tragar, habló—: Recuerda todo lo que hiciste y recuerda por qué lo hiciste. Ayame es mi hermana, es la hija de Zetsuo, casi una hija para Kiroe, una buena amiga de Mogura-kun y Kaido-kun y... tu novia. Todos trabajamos codo con codo y todos supimos mantener la cabeza fría pese a lo peliagudo de la situación. Porque teníamos que pensar en lo que estábamos haciendo, y en por qué, por quién, lo estábamos haciendo. Somos de la Tormenta, Daruu-kun, pero tenemos que mantener esa tormenta a raya. No podemos dejar que nos consuma ni nos ciegue. Por eso, cuando estabas esposado en Uzushiogakure, no debiste lanzarte de forma suicida a por el Uchiha —le soltó, pero no había enfado ni recriminación en su voz. Simplemente estaba exponiendo un hecho como que el Sol sale por el este todas las mañanas. Y, sin embargo, sus ojos brillaron gélidos cuando los clavó en los suyos—: Piénsalo fríamente ahora, Daruu. Estabas dentro de una aldea ajena a la tuya, frente al Uzukage, capaz de desplegar todo un ejército con un solo movimiento de su dedo. ¿Qué habrías conseguido matando al Uchiha?
—Recuerda cada instante que pasamos allí —asintió Kōri y se llevó una de las bolas a la boca. Después de masticar durante unos instantes y tragar, habló—: Recuerda todo lo que hiciste y recuerda por qué lo hiciste. Ayame es mi hermana, es la hija de Zetsuo, casi una hija para Kiroe, una buena amiga de Mogura-kun y Kaido-kun y... tu novia. Todos trabajamos codo con codo y todos supimos mantener la cabeza fría pese a lo peliagudo de la situación. Porque teníamos que pensar en lo que estábamos haciendo, y en por qué, por quién, lo estábamos haciendo. Somos de la Tormenta, Daruu-kun, pero tenemos que mantener esa tormenta a raya. No podemos dejar que nos consuma ni nos ciegue. Por eso, cuando estabas esposado en Uzushiogakure, no debiste lanzarte de forma suicida a por el Uchiha —le soltó, pero no había enfado ni recriminación en su voz. Simplemente estaba exponiendo un hecho como que el Sol sale por el este todas las mañanas. Y, sin embargo, sus ojos brillaron gélidos cuando los clavó en los suyos—: Piénsalo fríamente ahora, Daruu. Estabas dentro de una aldea ajena a la tuya, frente al Uzukage, capaz de desplegar todo un ejército con un solo movimiento de su dedo. ¿Qué habrías conseguido matando al Uchiha?