21/09/2018, 17:42
—Buenos días, Ayame —habló una voz conocida, desde el otro lado de la plataforma—¿Qué haces, planeando alguna maldad? ¿Huyendo del monstruo que es tu kage? —Era una voz que no esperaba encontrar allí, y en ese momento. Era la voz de Uchiha Datsue, que le miraba, con aquella sonrisa estúpida de medio lado, con aquella camiseta blanca arremangada, a pesar del viento, a pesar de la lluvia.
»No sabes lo que he esperado el momento en el que podría volver a por Aiko. ¡Me la arrebatásteis! —La sonrisa desapareció de su rostro. Comenzó a caminar—. Me ha costado, especialmente por aquél entrometido de Daruu. Ahora duerme con los peces.
»Tu padre tampoco me lo puso fácil...
»No sabes lo que he esperado el momento en el que podría volver a por Aiko. ¡Me la arrebatásteis! —La sonrisa desapareció de su rostro. Comenzó a caminar—. Me ha costado, especialmente por aquél entrometido de Daruu. Ahora duerme con los peces.
»Tu padre tampoco me lo puso fácil...