3/10/2018, 03:05
El mocoso no se había percatado de que tenía una observadora tras de él, siendo que si bien era un shinobi no era de los que destacaban por su habilidad para notar los detalles. Además, estaba tan despreocupado con el jolgorio del lugar que le era difícil notar las acciones de las personas a su alrededor. Eso sí, tras detenerse a observar el lugar en busca de mesa para tomar asiento, en una de tantas se percató que fuera del restaurante se hallaba la que hace algunos instantes le había estado espiando sin que él se diera cuenta.
"Yayuuuuiii" Pese a que su vestimenta le cubría bastante, no iba a negar que tenía una cara bonita, sin mencionar los distintos adornos de huesos que eran apreciables. "¡Las chicas del País del Fuego sí tienen buenos gustos!" Se dijo alegre mientras se daba la vuelta y caminaba hasta el portal del local. No era habitual encontrar a mujeres así en su tierra natal.
—¿Qué hace una señorita cómo tú tan sola por aquí?— Le increpó con una sonrisa en el rostro. —¡Pasa! ¿No quieres que te invite una bebida? "Porque más no creo poder pagar." ¿Qué me dices?— Preguntó mientras daba dos pasos hacia el lateral derecho, dando espacio para que ella caminara mientras él con sus brazos extendidos indicaban la dirección hacia el interior.
Con inocente esperanza, creía tener la suerte de haber encontrado a alguien más con quién pasar el rato mientras estaba de visita a la ciudad. "¡Además que es de mi tipo!"
"Yayuuuuiii" Pese a que su vestimenta le cubría bastante, no iba a negar que tenía una cara bonita, sin mencionar los distintos adornos de huesos que eran apreciables. "¡Las chicas del País del Fuego sí tienen buenos gustos!" Se dijo alegre mientras se daba la vuelta y caminaba hasta el portal del local. No era habitual encontrar a mujeres así en su tierra natal.
—¿Qué hace una señorita cómo tú tan sola por aquí?— Le increpó con una sonrisa en el rostro. —¡Pasa! ¿No quieres que te invite una bebida? "Porque más no creo poder pagar." ¿Qué me dices?— Preguntó mientras daba dos pasos hacia el lateral derecho, dando espacio para que ella caminara mientras él con sus brazos extendidos indicaban la dirección hacia el interior.
Con inocente esperanza, creía tener la suerte de haber encontrado a alguien más con quién pasar el rato mientras estaba de visita a la ciudad. "¡Además que es de mi tipo!"