8/10/2018, 19:45
Un silbido llamó la atención de Geki, que bajó su mirada y busco el origen del sonido, a unos metros del asiento por la calle había un chico saludándolo.
– Será a mí? Se preguntó el genin mientras giraba buscando a alguien más en esa ubicación, pero no había nadie, la situación lo desconcertó ya que no conocía a ninguna persona de Kusagakure hasta el momento.
Era un muchacho de mediana estatura, rubio de ojos ámbar, con un sombrero llamativo. Quizá estaba en un lugar no permitido, o quizá lo había confundido con otra personas, cuestiones que se propuso que resolvería en unos instantes.
Geki tomó un pequeño impulso y se paró delante del banco, miró de nuevo al genin para ver si se lo había cruzado antes, pero no recordaba de nada esa cara, observó de nuevo a los lados para asegurarse que el saludo era hacia él, y empezó a caminar hacia el autor del silbido.
En el trayecto iba pensando las opciones por la cual lo podría haber llamado pero no se le ocurría ninguna.
Al acercarse al muchacho notó que el sombrero no era sólo original, sino que tenía forma de una araña, bastante peculiar.
- Hola, ¿Cómo estás?. Atinó a decir aunque le faltaban unos pasos para llegar.
–¿Me estabas saludando a mí? dijo para esperar una respuesta.
Geki, que había revisado varias veces con la mirada aquel lugar seguía con la duda de que le estuviese saludando a él.
– Será a mí? Se preguntó el genin mientras giraba buscando a alguien más en esa ubicación, pero no había nadie, la situación lo desconcertó ya que no conocía a ninguna persona de Kusagakure hasta el momento.
Era un muchacho de mediana estatura, rubio de ojos ámbar, con un sombrero llamativo. Quizá estaba en un lugar no permitido, o quizá lo había confundido con otra personas, cuestiones que se propuso que resolvería en unos instantes.
Geki tomó un pequeño impulso y se paró delante del banco, miró de nuevo al genin para ver si se lo había cruzado antes, pero no recordaba de nada esa cara, observó de nuevo a los lados para asegurarse que el saludo era hacia él, y empezó a caminar hacia el autor del silbido.
En el trayecto iba pensando las opciones por la cual lo podría haber llamado pero no se le ocurría ninguna.
Al acercarse al muchacho notó que el sombrero no era sólo original, sino que tenía forma de una araña, bastante peculiar.
- Hola, ¿Cómo estás?. Atinó a decir aunque le faltaban unos pasos para llegar.
–¿Me estabas saludando a mí? dijo para esperar una respuesta.
Geki, que había revisado varias veces con la mirada aquel lugar seguía con la duda de que le estuviese saludando a él.