14/10/2018, 18:00
-Claro, porque amenazar de muerte esta mejor, no?...menudo subnormal-
Si momentos antes había reconocido que era una kunoichi para nada destacable, ahora se permitía llamarme subnormal en mis propias narices, ¡a mí! No sabía de que cantidad de jutsus disponía, lo que si tenía claro era que su inteligencia era, muy probablemente su talón de Aquiles. Contesté a su sonrisa con otra, pero la mía era torcida.
Alcé mi mano a la altura de mi cara en mi costado derecho.
-Oye! ire a tomar un refresco ¿Te apuntas?-
«Qué coño... ¿ahora me está invitando a un puto refresco?»
Ver para creer... Mi dedo gordo se deslizó por encima del dedo índice emitiendo un chasquido para después, con el índice apuntar la cara de la muchacha. No hubo tiempo para pensar mucho, Kumopansa saltó de mi cabeza a la suya con rapidez y diligencia para clavar sus queliceros en los cristales de las gafas de Shijima, los cuales acabaría por romper si la muchacha no hacía nada para evitarlo.
— Suficiente — anuncié antes de que Kumopansa siguiese y le causará daño físico, dándome media vuelta, alzando mi mano de nuevo, sacudiéndola — Creo que paso de lo del refresco. Por cierto, antes de llamar subnormal a alguien asegúrate de con quién tratas
Tras ello, empezaría a caminar en dirección opuesta a la de Shijima mientras apretaba los puños de pura rabia. Seguía siendo consciente de que estaba en mitad de Uzushiogakure.
«¿Cómo os las apañáis para convivir con esta chusma, Daruu-kun y Ayame-san?»
Si momentos antes había reconocido que era una kunoichi para nada destacable, ahora se permitía llamarme subnormal en mis propias narices, ¡a mí! No sabía de que cantidad de jutsus disponía, lo que si tenía claro era que su inteligencia era, muy probablemente su talón de Aquiles. Contesté a su sonrisa con otra, pero la mía era torcida.
Alcé mi mano a la altura de mi cara en mi costado derecho.
-Oye! ire a tomar un refresco ¿Te apuntas?-
«Qué coño... ¿ahora me está invitando a un puto refresco?»
Ver para creer... Mi dedo gordo se deslizó por encima del dedo índice emitiendo un chasquido para después, con el índice apuntar la cara de la muchacha. No hubo tiempo para pensar mucho, Kumopansa saltó de mi cabeza a la suya con rapidez y diligencia para clavar sus queliceros en los cristales de las gafas de Shijima, los cuales acabaría por romper si la muchacha no hacía nada para evitarlo.
— Suficiente — anuncié antes de que Kumopansa siguiese y le causará daño físico, dándome media vuelta, alzando mi mano de nuevo, sacudiéndola — Creo que paso de lo del refresco. Por cierto, antes de llamar subnormal a alguien asegúrate de con quién tratas
Tras ello, empezaría a caminar en dirección opuesta a la de Shijima mientras apretaba los puños de pura rabia. Seguía siendo consciente de que estaba en mitad de Uzushiogakure.
«¿Cómo os las apañáis para convivir con esta chusma, Daruu-kun y Ayame-san?»
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa