17/10/2018, 15:59
Para sorpresa de Yuki, Daruu desapareció en apenas un pestañeo. Apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando reapareció de repente frente a él, pero aún tuvo los suficientes reflejos como para interponer el antebrazo y que fuera él quien recibiera el impacto. Peor suerte corrió la cesta, que se precipitó por el borde del tejado y con un sonoro plof terminó cayendo sobre la cabeza del pescadero, desparramando sobre sus hombros los diferentes peces que contenía. Lleno de ira, los gritos del hombre pronto se escucharon por toda la calle.
Fuera como fuese, el chiquillo se había visto envuelto en una nube de humo en el momento del impacto. Al momento de disiparse, el gato había recuperado su forma natural y ahora miraba con sus brillantes ojos entrecerrados a Daruu. El felino le dirigió un bufido cargado de rencor al shinobi, pero en lugar de atacarle saltó del tejadillo. Aterrizó sobre la espalda del pescadero, que comenzó a realizar desesperados aspavientos en el aire con los brazos, y le quitó varias sardinas de los hombros que cargó entre sus mandíbulas antes de prepararse para volver a huir. Sin embargo, antes siquiera de que llegara a arquear la espalda para saltar, el hombre le atrapó cogiéndole por detrás del cuello y comenzó a zarandearlo en el aire.
—¡TE TENGO, MALDITA ALIMAÑA! ¡AHORA TE VAS A ENTERAR DE LO QUE VALE UN PEINE!
Fuera como fuese, el chiquillo se había visto envuelto en una nube de humo en el momento del impacto. Al momento de disiparse, el gato había recuperado su forma natural y ahora miraba con sus brillantes ojos entrecerrados a Daruu. El felino le dirigió un bufido cargado de rencor al shinobi, pero en lugar de atacarle saltó del tejadillo. Aterrizó sobre la espalda del pescadero, que comenzó a realizar desesperados aspavientos en el aire con los brazos, y le quitó varias sardinas de los hombros que cargó entre sus mandíbulas antes de prepararse para volver a huir. Sin embargo, antes siquiera de que llegara a arquear la espalda para saltar, el hombre le atrapó cogiéndole por detrás del cuello y comenzó a zarandearlo en el aire.
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