26/10/2018, 00:41
—¿¡EHHHH!?— El hombre estaba totalmente desconcertado, llevándole a retroceder un par de pasos ante las preguntas de la muchacha. ¿Qué debía hacer en see tipo de situaciones? Era un malentendido total del cual no sabía cómo salir ahora. Pese a que en un inicio la chica oscura le ignoró al ofrecerle la misiva, ahora se encontraba agobiado por el bombardeo de palabras, causándole un sudor frío que recorría su rostro sin saber exactamente cómo responder sin ofenderle. —¡Espera, espera, espera!— Alzó las manos para que ella dejara de hablar, para luego tratar de ponerse firme nuevamente, arreglarse el cabello y recuperar el aliento.
—Creo que debo explicártelo mejor, y ya sí eso las dos decidirán si vienen o no— Trataba de sonar cómo alguien confiable, aunque aún se estaba recuperando de aquel momento incómodo.
—Represento al Constellation Royal Casino, una de lass más grandes casas de apuestas/restaurante/hotel de todo Tanzaku Gai— Se aclaró un poco la voz antes de continuar. —No sólo disponemos de los clásicos juegos de apuestas, sino que también tenemos una nueva mecánica de subastas y sorteos, dónde pueden conseguir artículos qué van desde prendas de diseñador hasta piezas históricas valiosas. Hoy por inauguración tendremos un disfrute de bebidas y bocadillos gratuitos a todos aquellos que asistan y participen en el evento. ¡Podrán ganar desde dinero hasta premios! Nadie saldrá con las manos vacías, se los garantizo— Inmediatamente sonrió, dejando qué el brillo del sol generara un destello reflejado en su impoluta dentadura. —Sé qué dos damiselas cómo ustedes encontrarán algo de su agrado en nuestra magnífica fiesta nocturna— Remató, casi a punto de desmayarse por el esfuerzo de presentar con la mejor cara el producto.
"Demonios, he revisado cada rincón de esta ciudad y no puedo creer que nadie necesite un empleado de emergencia de último momento. No pienso quedarme aquí por mucho tiempo, sería un desperdicio." Se rascó la nuca mientras caminaba por las calles de la ciudad. De pronto, mientras caminaba, vio a una pareja de tórtolos agarrados del brazo, siendo que el muchacho arrugó un papel que tenía en mano y lo tiró al piso.
—¡Oeh, no tires la basura en la calle, cochino!— Gritó a todo pulmón, provocando que las miradas se centrasen en los presentes.
Los enamorados se voltearon con muy mala cara, aunque el varón prefirió simplemente sacarle el dedo medio, a lo cuál el Yotsuki reaccionó alzando la mano en posición vertical extendiendo los cinco dedos. "Esta gente que no cuida el medio ambiente..." Los dos extraños se fueron por su camino mientras Rōga se disponía a recoger el papelucho para tirarlo a la basura. Estaba por depositarlo en un bote cercano, cuando le llamó la atención y lo extendió para leer su contenido, abriendo los ojos y sonriendo ante la oportunidad que se le había presentado ante sus ojos.
"¿Cómo no se me ocurrió antes? ¡Sí esto es Tanzaku Gai la capital de los juegos de azar y las mujerzuelas! Dinero fácil, sí que sí." Era arriesgado apostar lo último que le quedaba. "Pero bien dice el dicho que quién no arriesga no gana." Debía arreglar algunas cosas, pues aún quedaba tiempo antes de que anocheciera. "No creo que sea buena idea llevar esto..." No era muy bien visto que un ninja anduviera metido en esa clase de negocios, era uno de los Tres Pecados del Ninja "Patrañas del abuelo, sí me la quito no pasará nada." Así que decidió regresar al hostal para dejar sus armas y su bandana, confiando totalmente en su suerte.
—Creo que debo explicártelo mejor, y ya sí eso las dos decidirán si vienen o no— Trataba de sonar cómo alguien confiable, aunque aún se estaba recuperando de aquel momento incómodo.
—Represento al Constellation Royal Casino, una de lass más grandes casas de apuestas/restaurante/hotel de todo Tanzaku Gai— Se aclaró un poco la voz antes de continuar. —No sólo disponemos de los clásicos juegos de apuestas, sino que también tenemos una nueva mecánica de subastas y sorteos, dónde pueden conseguir artículos qué van desde prendas de diseñador hasta piezas históricas valiosas. Hoy por inauguración tendremos un disfrute de bebidas y bocadillos gratuitos a todos aquellos que asistan y participen en el evento. ¡Podrán ganar desde dinero hasta premios! Nadie saldrá con las manos vacías, se los garantizo— Inmediatamente sonrió, dejando qué el brillo del sol generara un destello reflejado en su impoluta dentadura. —Sé qué dos damiselas cómo ustedes encontrarán algo de su agrado en nuestra magnífica fiesta nocturna— Remató, casi a punto de desmayarse por el esfuerzo de presentar con la mejor cara el producto.
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—¡Oeh, no tires la basura en la calle, cochino!— Gritó a todo pulmón, provocando que las miradas se centrasen en los presentes.
Los enamorados se voltearon con muy mala cara, aunque el varón prefirió simplemente sacarle el dedo medio, a lo cuál el Yotsuki reaccionó alzando la mano en posición vertical extendiendo los cinco dedos. "Esta gente que no cuida el medio ambiente..." Los dos extraños se fueron por su camino mientras Rōga se disponía a recoger el papelucho para tirarlo a la basura. Estaba por depositarlo en un bote cercano, cuando le llamó la atención y lo extendió para leer su contenido, abriendo los ojos y sonriendo ante la oportunidad que se le había presentado ante sus ojos.
"¿Cómo no se me ocurrió antes? ¡Sí esto es Tanzaku Gai la capital de los juegos de azar y las mujerzuelas! Dinero fácil, sí que sí." Era arriesgado apostar lo último que le quedaba. "Pero bien dice el dicho que quién no arriesga no gana." Debía arreglar algunas cosas, pues aún quedaba tiempo antes de que anocheciera. "No creo que sea buena idea llevar esto..." No era muy bien visto que un ninja anduviera metido en esa clase de negocios, era uno de los Tres Pecados del Ninja "Patrañas del abuelo, sí me la quito no pasará nada." Así que decidió regresar al hostal para dejar sus armas y su bandana, confiando totalmente en su suerte.