26/10/2018, 06:31
Y ahora se arrepentía de no haber pedido la comida como él lo había sugerido. "Ay, Dios... ¿Por qué...?" - Pensaba con un sentimiento de arrepentimiento dentro de ella. Hasta tuviera lagrimitas en los ojos no ser porque quería seguirse viendo "cool." Debía mantener la elegancia del momento cuando la conoció.
Luego de eso pasó a recordarle lo de la apuesta. La fémina suspiró. Era una mujer de palabra pero... ¿Hasta qué punto? Bien podía usar su carisma e inteligencia para burlar las partes de la apuesta que no eran comida. Es decir, masajes podía darle, aunque se sentiría ridícula. ¡¿P-Pero lo otro!?
"¡Ay, no! ¡Nononononono! ¡No puede ser que mi primera vez se vaya a ir así...!" - Puso sus manos en sus mejillas. -¡Eso fue tu imaginación! ¡Idiota!
Ambos siguieron corriendo hasta que finalmente llegaron a la isla. La fémina llegó con cara de molestia. Se detuvo frente a él y el dió un zape en el hombro. -Si serás... - Dijo por lo bajo, mirándole de igual manera a los ojos. Los sollozos de la niña se hicieron más fuertes. -Tsk... ¿Y esa niña no se calla? Empieza a ser molesto. - Llevó sus manos a sus propios oídos. Si ambos miraban atrás podrían empezar a notar que la neblina evitaba que vieran la orilla del lago donde estaban antes. -¿Qué demonios...? No recordaba que fuese tan espesa. ¡O-Oye...! - Agarró su mano. -¡Solo para asegurarme que no te vayas a perder!
Luego de eso pasó a recordarle lo de la apuesta. La fémina suspiró. Era una mujer de palabra pero... ¿Hasta qué punto? Bien podía usar su carisma e inteligencia para burlar las partes de la apuesta que no eran comida. Es decir, masajes podía darle, aunque se sentiría ridícula. ¡¿P-Pero lo otro!?
"¡Ay, no! ¡Nononononono! ¡No puede ser que mi primera vez se vaya a ir así...!" - Puso sus manos en sus mejillas. -¡Eso fue tu imaginación! ¡Idiota!
Ambos siguieron corriendo hasta que finalmente llegaron a la isla. La fémina llegó con cara de molestia. Se detuvo frente a él y el dió un zape en el hombro. -Si serás... - Dijo por lo bajo, mirándole de igual manera a los ojos. Los sollozos de la niña se hicieron más fuertes. -Tsk... ¿Y esa niña no se calla? Empieza a ser molesto. - Llevó sus manos a sus propios oídos. Si ambos miraban atrás podrían empezar a notar que la neblina evitaba que vieran la orilla del lago donde estaban antes. -¿Qué demonios...? No recordaba que fuese tan espesa. ¡O-Oye...! - Agarró su mano. -¡Solo para asegurarme que no te vayas a perder!