27/10/2018, 01:09
-Tu no has usado ninjutsu, y tan solo tomo un segundo aire, estoy bien- - La fémina entrecerró los ojos y lo miró a los ojos, así con aires de misterio. -¿Estas seguro que no he usado ningún Jutsu...? - Sería lo único que diría para dejarlo pensando. No dijo "Ninjutsu", dijo "Jutsu", para reunir todos los tipos de Jutsus que podían hacerse. Quizás él no le había visto activando ninguno en específico, pero ¿y qué? Pudo haber hecho otra cosa sin que él lo notara. Esta vez no solo le estaba molestando, sino que también le estaba enseñando una lección: No todo lo que se veía a simple vista es porque es.
-Con esto es suficiente, no quiero tener que arrastrar esa cosa por todo el camino.
-Intenta arrastrarlo con la mano que usas para masturbarte. Supuestamente tiene más resistencia que la otra. - Y denuevo le tiraba otro comentario fuera de lugar. ¿Esa mujer no sabía lo que eran los límites, o simplemente vivía libre, sin barreras mentales en ese aspecto? A ver si esta vez Aoshin no se ahogaba con sus comentarios.
-Diria que molestar también es tu pasatiempo... Aunque no seria violación si estoy de acuerdo. - La jóven dejó salir una risilla. -Primero llega a la mayoría de edad, y después hablamos, ¿si? ~ - Le miró con una sonrisa en el rostro. Aunque de momento no sabía que edad tenía el chico. Capaz y era mayor que ella, y ahí estaba tirando ese tipo de comentarios sin saber, pero a veces uno tenía que arriesgarse para que funcionara.
-Supongo que cierto gusto por la soledad es algo que compartimos-
-El gusto por la soledad, huh... - Miró al cielo... O a lo que se podía ver del cielo, con una sonrisa leve en el rostro. -Ya me acostumbré a ella. Tu eres un espécimen extraño que invadió mi territorio. - Sonrió. No se refería a la isla, se refería a la soledad. -Oye... - Lo miró y señaló hacia atrás con el dedo pulgar. -Al parecer tu hija no está en esta dirección. - Dijo refiriéndose a la niña llorona del asco.
-Con esto es suficiente, no quiero tener que arrastrar esa cosa por todo el camino.
-Intenta arrastrarlo con la mano que usas para masturbarte. Supuestamente tiene más resistencia que la otra. - Y denuevo le tiraba otro comentario fuera de lugar. ¿Esa mujer no sabía lo que eran los límites, o simplemente vivía libre, sin barreras mentales en ese aspecto? A ver si esta vez Aoshin no se ahogaba con sus comentarios.
-Diria que molestar también es tu pasatiempo... Aunque no seria violación si estoy de acuerdo. - La jóven dejó salir una risilla. -Primero llega a la mayoría de edad, y después hablamos, ¿si? ~ - Le miró con una sonrisa en el rostro. Aunque de momento no sabía que edad tenía el chico. Capaz y era mayor que ella, y ahí estaba tirando ese tipo de comentarios sin saber, pero a veces uno tenía que arriesgarse para que funcionara.
-Supongo que cierto gusto por la soledad es algo que compartimos-
-El gusto por la soledad, huh... - Miró al cielo... O a lo que se podía ver del cielo, con una sonrisa leve en el rostro. -Ya me acostumbré a ella. Tu eres un espécimen extraño que invadió mi territorio. - Sonrió. No se refería a la isla, se refería a la soledad. -Oye... - Lo miró y señaló hacia atrás con el dedo pulgar. -Al parecer tu hija no está en esta dirección. - Dijo refiriéndose a la niña llorona del asco.