30/10/2018, 00:42
¡Bingo! Su yo interior descanso, por un minuto creyó que se desataría alguna batalla sin sentido - De lo que te has perdido~ - le canturreo la morena entre risiillas traviesas. Tomo un paquetito de frituras para ella también - hmm - sus ojos ambarinos volvieron a posarse en su acompañante, en todo el para ser mas precisos - ¿Que decías de los músculos? - se atrevió a tantearlo con una de sus manos, picando por aquí y por allá, con su dedo índice - Yo conozco de músculos y dejame decirte que ahí no hay mucho que apreciar - le aseguro, asintiendo con seriedad.
Ella se creía una experta en la materia, se la pasaba observando a esos chicos 2 o 3 años mayores que ella, en busca de sus cuerpos perfectos. Pero solo era un gusto extraño, le resultaban demasiado interesantes esos cuerpos tonificados, nada sexual. Estaba claro que la única cosa que amaba enserio era la comida. Se perdió por algunos instantes en sus propios pensamientos, llevándose de vez en cuando una fritura a la boca - Aaaah - suspiro sonoramente, con una sonrisa tonta en la cara. Volvió enteramente su atención al de cabellos tricolor - y bueno, ¿como te llamas desconocido?[ - se limpio la cara por si alguna miguita se había quedado allí y colgando su mochila sobre su hombro, estiro la mano que le quedaba libre.
- Akane, ese es mi nombre - sonrio- un gusto - puesto que ya había pasado la atención, que mejor que presentarse.
Ella se creía una experta en la materia, se la pasaba observando a esos chicos 2 o 3 años mayores que ella, en busca de sus cuerpos perfectos. Pero solo era un gusto extraño, le resultaban demasiado interesantes esos cuerpos tonificados, nada sexual. Estaba claro que la única cosa que amaba enserio era la comida. Se perdió por algunos instantes en sus propios pensamientos, llevándose de vez en cuando una fritura a la boca - Aaaah - suspiro sonoramente, con una sonrisa tonta en la cara. Volvió enteramente su atención al de cabellos tricolor - y bueno, ¿como te llamas desconocido?[ - se limpio la cara por si alguna miguita se había quedado allí y colgando su mochila sobre su hombro, estiro la mano que le quedaba libre.
- Akane, ese es mi nombre - sonrio- un gusto - puesto que ya había pasado la atención, que mejor que presentarse.