30/10/2018, 01:05
(Última modificación: 30/10/2018, 01:06 por King Roga. Editado 1 vez en total.)
—¡Epa, epa, epa!— Dio un saltito hacia atrás cuando la morena le picaba con el dedo. —No mallugues la mercancía— dijo orgulloso. —¿A qué demonios te refieres con eso de que sabes de músculos?— Dijo incrédulo. Ella no lucía mal, pero tampoco tenía un cuerpo de fisiculturista. ¿Cómo podía ella con esa muchacha atreverse a hablarle de músculos al Yotsuki? A simple vista no le daba ningún argumento válido que respaldara sus palabras.
"Es más, yo no he llegado ni a la mitad de la bolsa y ella está por acabársela. ¿Cómo puede comer tan rápido?"
—No te las tragues así, se disfrutan más si las degustas despacio— Quiso convencerla de manera fútil.
Fue entonces que la muchacha quiso pasar a lo que en cualquier otra situación normal deberían haber hecho desde un principio: Presentarse. La gordita sólo dio su nombre, sin apellidos que le adornaran. ¿El motivo? Quizás no quería que supieran que era de algún clan ninja famoso, pero en el caso del Yotsuki era distinto. Mentí al decir que lo más importante era su aspecto, porque seguramente lo más importante para él era su nombre.
Inmediatamente una enorme sonrisa de confianza se hizo visible en su rostro, se irguió de repente mientras cruzaba su pie derecho por delante del izquierdo, deslizó los dedos de su zurda entre los cabellos multicolores de su fleco y clavó sus ojos en la muchacha, mientras el brillo del sol dibujaba sombras en su silueta.
—Mi nombres es King Rōga~ se presentó con el tono de voz más fingido que pudo.
"No puedo creer que estuve a punto de dejar pasar una oportunidad cómo esta para regalarle al mundo la magnificencia de mi presencia..." En su mente, era un triunfo total.
"Es más, yo no he llegado ni a la mitad de la bolsa y ella está por acabársela. ¿Cómo puede comer tan rápido?"
—No te las tragues así, se disfrutan más si las degustas despacio— Quiso convencerla de manera fútil.
Fue entonces que la muchacha quiso pasar a lo que en cualquier otra situación normal deberían haber hecho desde un principio: Presentarse. La gordita sólo dio su nombre, sin apellidos que le adornaran. ¿El motivo? Quizás no quería que supieran que era de algún clan ninja famoso, pero en el caso del Yotsuki era distinto. Mentí al decir que lo más importante era su aspecto, porque seguramente lo más importante para él era su nombre.
Inmediatamente una enorme sonrisa de confianza se hizo visible en su rostro, se irguió de repente mientras cruzaba su pie derecho por delante del izquierdo, deslizó los dedos de su zurda entre los cabellos multicolores de su fleco y clavó sus ojos en la muchacha, mientras el brillo del sol dibujaba sombras en su silueta.
—Mi nombres es King Rōga~ se presentó con el tono de voz más fingido que pudo.
"No puedo creer que estuve a punto de dejar pasar una oportunidad cómo esta para regalarle al mundo la magnificencia de mi presencia..." En su mente, era un triunfo total.