30/10/2018, 02:50
—¿Lograr figura?— No quería ser descortés, pero aquel cuerpo regordete era totalmente opuesto al concepto de lo que es una buena figura para el Yotsuki. —Será figura de pelota— Exclamó con los ojos bien abiertos. Ella le había llamado flaco, pues él el llamaba gorda. "Pero yo lo hago con más estilo, ¡ja!" Río para sus adentros cruzándose de brazos.
Luego le increpó sobre el motivo por el cuál estaba ahí presente, siendo que al ser algo intrínsecamente personal del Yotsuki, no tuvo mayor reparo en comentárselo.
—Estoy aquí para superar mis propios límites— admitió mientras desviaba la vista hasta la cima —Me dijeron que estas escaleras llevan a la montaña más alta del País de la Tierra, así que tomé la decisión de comprobarlo por mi mismo. Es mi meta, voy a conquistar esta cumbre cueste lo que me cueste— No fanfarroneaba, la determinación se manifestaba cómo una tempestad relámpagueante en el brillo de sus ojos. —¿Y tú?— Entrecerró los ojos mientras la miraba de arriba para abajo. —¿También planeas llegar a la cúspide de la montaña?— Más que deducción, no encontraba otro motivo por el cuál alguien iba a ir a ese lugar. Simplemente lo asumió.
—Si sigues comiendo así estarás con el estómago muy lleno y te costará caminar— le reprochó mientras le ofrecían otra bolsita. —¡No me he terminado la primera cómo para comerme otra!— Alegó.
Y entonces, se le prendió un foco invisible encima de su cabeza. "¡Eso!"
—¡Hagamos una carrera de aquí hasta la punta de la montaña! Si gano deberás admitir que estoy en buena forma— Le dijo. —¿Aceptas o vas a quedarte aquí comiendo todas tus provisiones?— Sí es que podía llamársele así a aquel montón de comida chatarra.
Luego le increpó sobre el motivo por el cuál estaba ahí presente, siendo que al ser algo intrínsecamente personal del Yotsuki, no tuvo mayor reparo en comentárselo.
—Estoy aquí para superar mis propios límites— admitió mientras desviaba la vista hasta la cima —Me dijeron que estas escaleras llevan a la montaña más alta del País de la Tierra, así que tomé la decisión de comprobarlo por mi mismo. Es mi meta, voy a conquistar esta cumbre cueste lo que me cueste— No fanfarroneaba, la determinación se manifestaba cómo una tempestad relámpagueante en el brillo de sus ojos. —¿Y tú?— Entrecerró los ojos mientras la miraba de arriba para abajo. —¿También planeas llegar a la cúspide de la montaña?— Más que deducción, no encontraba otro motivo por el cuál alguien iba a ir a ese lugar. Simplemente lo asumió.
—Si sigues comiendo así estarás con el estómago muy lleno y te costará caminar— le reprochó mientras le ofrecían otra bolsita. —¡No me he terminado la primera cómo para comerme otra!— Alegó.
Y entonces, se le prendió un foco invisible encima de su cabeza. "¡Eso!"
—¡Hagamos una carrera de aquí hasta la punta de la montaña! Si gano deberás admitir que estoy en buena forma— Le dijo. —¿Aceptas o vas a quedarte aquí comiendo todas tus provisiones?— Sí es que podía llamársele así a aquel montón de comida chatarra.