3/11/2018, 19:12
—Está bien. Ya sabes donde encontrarle. Por las escaleras de la derecha hasta el último piso
Lo cierto es que nunca antes me había reunido con el Morikage en sus aposentos, así que no sabía, pero las indicaciones que acababa de recibir eran lo suficientemente claras.
— Se lo agradezco. Iré a hablar con Kenzou-sama
Hice una reverencia a aquella mujer y enfilé las escaleras como había indicado la recepcionista unos segundos atrás. Ya no había marcha atrás y, por consecuencia mi respiración se fue acelerando por momentos. Demasiados nervios, incluso demasiadas sensaciones a la vez. Tenía miedo de haber obrado mal por haber sido demasiado prudente y hacerle caso a Yubiwa por una vez al no haber metido las narices en todo aquel asunto como hubiera hecho mi yo inconsciente. También tenía a Daigo en mis pensamientos.
De pronto, como si mis piernas se hubiesen movido solas, me encontraba ante la puerta que me separaba del Morikage. Alcé la mano con el puño cerrado y...
Toc.
Toc toc.
Mis nudillos ya habían hecho su labor, ahora restaba la confirmación desde el interior. Un simple orden que me permitiese acceder a la estancia.
Lo cierto es que nunca antes me había reunido con el Morikage en sus aposentos, así que no sabía, pero las indicaciones que acababa de recibir eran lo suficientemente claras.
— Se lo agradezco. Iré a hablar con Kenzou-sama
Hice una reverencia a aquella mujer y enfilé las escaleras como había indicado la recepcionista unos segundos atrás. Ya no había marcha atrás y, por consecuencia mi respiración se fue acelerando por momentos. Demasiados nervios, incluso demasiadas sensaciones a la vez. Tenía miedo de haber obrado mal por haber sido demasiado prudente y hacerle caso a Yubiwa por una vez al no haber metido las narices en todo aquel asunto como hubiera hecho mi yo inconsciente. También tenía a Daigo en mis pensamientos.
De pronto, como si mis piernas se hubiesen movido solas, me encontraba ante la puerta que me separaba del Morikage. Alcé la mano con el puño cerrado y...
Toc.
Toc toc.
Mis nudillos ya habían hecho su labor, ahora restaba la confirmación desde el interior. Un simple orden que me permitiese acceder a la estancia.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa